Definitivamente, este no ha sido un buen arranque de legislatura para el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y para los intereses del PSOE. Los problemas para forjar una mayoría estable en el Parlamento han quedado en evidencia desde el primer momento. La pérdida de una votación crucial sobre un real decreto, que no fue apoyado por sus antiguos socios de Podemos, que dejaron en minoría al Gobierno en la convalidación del decreto ley sobre los subsidios de desempleo, fue el primer golpe. Luego, el Gobierno se está mostrando incapaz de sacar adelante una ley de amnistía con la que pretendía garantizarse el apoyo de Junts, el partido de Carles Puigdemont, para dar estabilidad al Ejecutivo. Puigdemont rechazó la ley de amnistía presentada por el Gobierno y elevó su desafío, asegurando que esa norma no protege a los dirigentes independentistas de ser acusados de los delitos de terrorismo y de alta traición.

El Gobierno ha tratado por todos los medios de aprobar esa ley de amnistía a pesar del fuerte coste político de ese texto, pero se encuentra con la paradoja de que son precisamente los teóricamente beneficiados por esa norma los que le dicen que no al Gobierno. Pero aún más grave para el Ejecutivo de Sánchez ha sido la derrota sufrida en las elecciones gallegas por el PSOE, que no solo permitió la victoria por mayoría absoluta del PP de Alfonso Rueda, sino que dejó al PSdeG en los huesos y sin opción de liderar una política de oposición en un Parlamento en el que esa labor corresponde al BNG, que obtuvo un excelente resultado superando su techo histórico en lo que a número de diputados se refiere.

El último golpe al Gobierno, por ahora, se lo ha dado la investigación judicial del caso Koldo, en el que se indaga sobre un presunto caso de corrupción que afecta al corazón del Gobierno porque señala las irregularidades en los contratos firmados por el Ejecutivo para el aprovisionamiento de mascarillas en la etapa más dura de la pandemia.

El descubrimiento de una trama organizada para saquear las arcas públicas desde una empresa fantasma en la que estaba involucrado Koldo García, la mano derecha del exministro de Transportes y ex secretario de Organización del PSOE José Luis Ábalos, se ha cobrado ya su primera pieza, con el pase de Ábalos al Grupo Mixto, dejando al PSOE con un diputado menos, que puede ser crucial en muchas votaciones.

El caso, sin embargo, amenaza con crearle muchos más problemas a Sánchez porque la investigación no ha hecho más que empezar. Y por primera vez el presidente del Gobierno ha visto cómo alguien en el partido le plantaba cara públicamente y se negaba a abandonar su acta de diputado. La trama salpica, además, a otros ministerios e incluso a la presidenta del Congreso, Francina Armengol, por su etapa al frente del Gobierno de Baleares. No, definitivamente no está siendo un buen arranque de año y de legislatura para Sánchez. Falta saber si esa mala racha va a mejor o a peor. Aunque todo indica que en las vascas y las europeas no le irá precisamente bien.

QOSHE - Los problemas crecen en Moncloa - Gonzalo Bareño
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Los problemas crecen en Moncloa

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29.02.2024

Definitivamente, este no ha sido un buen arranque de legislatura para el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y para los intereses del PSOE. Los problemas para forjar una mayoría estable en el Parlamento han quedado en evidencia desde el primer momento. La pérdida de una votación crucial sobre un real decreto, que no fue apoyado por sus antiguos socios de Podemos, que dejaron en minoría al Gobierno en la convalidación del decreto ley sobre los subsidios de desempleo, fue el primer golpe. Luego, el Gobierno se está mostrando incapaz de sacar adelante una ley de amnistía con la que pretendía garantizarse el apoyo de Junts, el partido de Carles Puigdemont, para dar estabilidad al Ejecutivo. Puigdemont rechazó la ley de........

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