No vi la gala de los Goya, pero me bastó la moviola para confirmar lo atinado de mi decisión: la repetición de las mejores jugadas de la presentadora Inés Hernand, a quien ha salido a defender el mismísimo presidente del Gobierno, que en su cuenta de X publicó un vídeo de la ¿humorista? junto a un mensaje en el que le decía «el icono eres tú». La aludida respondía poco después: «Solo puedo decir GUAU». El nivel está muy alto, como se puede ver y leer.

¿Y qué hizo Hernand para ser considerada un icono por el jefe del Gobierno de España? Pues, básicamente, pasarse toda la retransmisión diciendo «coño» y «mierda», explicando a la audiencia que «me olía el boquino como mal», que tenía gases y «me hecho un poco de pis», y, finalmente, soltando un sonoro eructo ante el micrófono, para regodearse a continuación: «Un eructo me he tirado, con un absoluto y profundo sonido, porque ya lo tenía que echar». Efectivamente, un icono, un referente, un modelo a seguir. Y qué mejor que la cadena pública de televisión para mostrar a todo el país en qué (y en quién) se gasta el dinero procedente de nuestros impuestos.

Después de este ejercicio de escatología en directo, que la presentadora adulase a Sánchez —«¡presi, te queremos!»— o que bromease con una gominola diciendo que era «el cuerpo de Cristo» son meras anécdotas. Desde el «ce-ce-o-o» de Alfredo Urdaci en el 2003, España ha recorrido un largo camino y por fin podemos decir que ya no hay utilización política de los medios públicos y que se puede hablar sin pelos en la lengua sin discriminación por raza, sexo o religión. Dos décadas que han transcurrido paralelas al empoderamiento femenino, para que al final una mujer se jacte de eructar ante las cámaras y otra cante en Eurovisión un tema en el que exclama orgullosa «soy una zorra de postal». No solo Pedro Sánchez, todos los invitados a la fiesta del cine rieron y celebraron los exabruptos de Inés Hernand. Todos, menos uno, el portugués Salvador Sobral, a quien no le hizo gracia la locutora y sus intentos por explicarle el sentido de la canción de Nebulossa. Y, serio, le cortó: «Sé muy bien lo que significa ser una zorra».