Este otoño de meteorología intensa ha venido cargado de lluvias, vientos y sentimientos. Con la agitación política de estos días, el clima emocional del país está igual de revuelto. Se vuelven a oír los mismos argumentos, las mismas consignas de uno y otro bando que se escuchaban hace décadas. Consignas que creíamos superadas emergen no solo en las nuevas generaciones, sino en aquellas que fueron protagonistas de los cambios más importantes que ha visto España en los últimos cuarenta años. Una vez más, sentimientos y emociones obnubilan la razón bajo el patético «o conmigo o contra mí». ¿Cómo es posible que volvamos a resucitar a Felipe V y a Franco después de cuatro generaciones?

Hay una parte de sentimientos en nosotros que nunca llega a envejecer. Si raspas la callosidad del tiempo, te los encuentras intactos y tan fuera de control como las erecciones adolescentes. Los sentimientos nos condenan a transportar como almas desdichadas el mismo cadáver de la historia arriba y abajo, sin encontrar un lugar donde enterrarlo para siempre.

Es lo malo de los sentimientos, que permanecen registrados en nuestro cerebro emocional de forma imborrable esperando únicamente un estímulo que los haga aflorar. Las emociones son irracionales e impulsan conductas automáticas sin pasar por el filtro de la razón. La violencia siempre es cuestión de emociones, primero la ira, luego la agresividad y finalmente el ataque. De momento estamos en fase de ira.

Cuenta la mitología que a Sísifo, rey de Corinto (se dice que fue uno de los hombres más astutos), su inteligencia lo llevó a obtener beneficios incluso más allá de la ética y fue condenado a subir una pesada roca hasta la cima de una montaña, para volver a dejarla caer y volverla a subir infinitamente.

Ahí estamos.

QOSHE - Sentimientos - Luis Ferrer I Balsebre
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Sentimientos

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14.11.2023

Este otoño de meteorología intensa ha venido cargado de lluvias, vientos y sentimientos. Con la agitación política de estos días, el clima emocional del país está igual de revuelto. Se vuelven a oír los mismos argumentos, las mismas consignas de uno y otro bando que se escuchaban hace décadas. Consignas que creíamos superadas emergen no solo en las nuevas generaciones, sino en aquellas que fueron protagonistas de los cambios más........

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