Una de las características que nos hace humanos es la capacidad de sonreír. Los chimpancés bonobo también sonríen cuando sienten miedo, pero solo es un mensaje de sumisión de los débiles para tranquilizar a los dominantes. El anatomista francés, Guillaume Duchenne, puso las bases del estudio físico y psicológico de la sonrisa en su libro Mecanisme de la Physionomie Humaine (1862). Cuando sonreímos se activan músculos de la cara y también los de los ojos, lo que permite diferenciar las sonrisas verdaderas de las falsas. Según Duchenne, se puede detectar el tipo de sonrisa mirando a los ojos: la sonrisa falsa es producida por una activación muscular voluntaria mientras que la sonrisa verdadera es emocional y espontánea. Dicho de otra forma: la boca puede fingir, los ojos no.

Sonreír es bueno y tiene efectos probados sobre nuestro estado de ánimo y el sistema cardiovascular e inmunológico, incluso hay técnicas psicoterapéuticas que se basan en ello, la risoterapia o la bioenergética son unas de ellas. Hay sonrisas de felicidad, genuinas y auténticas, pero también las hay encubiertas, tensas, torcidas y así hasta un total de dieciséis. La sonrisa de la Mona Lisa es coqueta, enigmática y misteriosa. Para sonreír utilizamos 12 músculos faciales mientras que para estar serios usamos 43. Quince minutos de sonrisa equivalen a doce horas de sueño.

Según el psicólogo alemán Michael Titze, en la década de los 50 la gente sonreía 18 minutos al día, mientras que hoy no pasamos de seis. Dato relevante si tenemos en cuenta la situación del mundo y los millones de selfis sonrientes que abarrotan las redes y no miran a los ojos. La sonrisa es universal y no se aprende, es espontánea, nacemos con ella. Los niños ciegos de nacimiento sonríen desde un principio y los que más sonríen son los chinos. Una sonrisa enriquece a quien la recibe y no cuesta nada a quien la ofrece. Dura un segundo, pero a veces provoca un recuerdo que dura toda la vida. Observando los gestos de los protagonistas de la sórdida película que nos estamos tragando estos días está todo dicho, mírenlos a los ojos y entenderán la verdad de sus sonrisas.

Cuando las sonrisas se caen algo serio está pasando. Cuando no hay motivo para la felicidad las sonrisas se apagan porque a la alegría lo que más le asusta es el miedo, por eso hay tanta gente sonriendo como los bonobos, por temor e impotencia. ¡Sonría por favor! Eso no nos lo podrán robar y si lo hacen, viviremos del recuerdo de unos tiempos en que las sonrisas eran de verdad. ¡País!

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Sonrisas

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12.11.2023

Una de las características que nos hace humanos es la capacidad de sonreír. Los chimpancés bonobo también sonríen cuando sienten miedo, pero solo es un mensaje de sumisión de los débiles para tranquilizar a los dominantes. El anatomista francés, Guillaume Duchenne, puso las bases del estudio físico y psicológico de la sonrisa en su libro Mecanisme de la Physionomie Humaine (1862). Cuando sonreímos se activan músculos de la cara y también los de los ojos, lo que permite diferenciar las sonrisas verdaderas de las falsas. Según Duchenne, se puede detectar el tipo de sonrisa mirando a los ojos: la sonrisa falsa es........

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