En los análisis sobre Argentina realizados a este lado del Atlántico hay una mirada entre supremacista y condescendiente. ¿Cómo es posible esa victoria aplastante de un señor como Javier Milei? Alguien con ese discurso, ese gesto, ese pelo... Pero resulta que ciudadanos de países de la supuestamente baqueteada Europa, con su historia de puñaladas en la carne ajena y cicatrices en la propia, apoyan por millones a líderes con propuestas xenófobas, medidas rocambolescas y recetas mágicas.

Existe una gran diferencia entre esos votantes y los argentinos, pero no es la que muchas veces sugieren comentarios en los que se simplifica lo ocurrido desde una posición de supuesta superioridad moral. Ninguno de los europeos que en los últimos tiempos han apoyado a populistas de distinto pelaje han sufrido un 142,7 % de inflación interanual. Las cifras registradas a esta orilla, pese a ser mucho más bajas, han hecho tambalearse más de una cuenta doméstica y de un sillón político, pero no se acercan ni de lejos al nivel de empobrecimiento que ha experimentado gran parte de la población argentina. Sucede lo mismo con la inseguridad o la corrupción. Es como comparar una marejada con un tsunami.

El Reino Unido, con su nivel de vida, optó por el brexit porque era milagroso y desde entonces ha quemado gobiernos a velocidad récord. En los Países Bajos, uno de los Estados fundadores de la UE, acaba de ganar las elecciones Geert Wilders, un tipo ultra que vende que los inmigrantes tienen la culpa de todo. España también oye sus cantos de sirena. Arrecian los votos antisistema. Como en Argentina, pero desde una comodidad mayor. Tras el triunfo de Milei, un mensaje de WhatsApp resumía el sentir de muchos allá: se hizo justicia, pero ahora que Dios nos ayude.

QOSHE - La locura de Milei - Mariluz Ferreiro
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La locura de Milei

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26.11.2023

En los análisis sobre Argentina realizados a este lado del Atlántico hay una mirada entre supremacista y condescendiente. ¿Cómo es posible esa victoria aplastante de un señor como Javier Milei? Alguien con ese discurso, ese gesto, ese pelo... Pero resulta que ciudadanos de países de la supuestamente baqueteada Europa, con su historia de puñaladas en la carne ajena y cicatrices en la propia, apoyan por millones a líderes con propuestas........

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