El saber verdadero ni es cómodo ni da seguridad. Más bien, todo lo contrario. Cuando los alumnos aprenden los secretos del uso de la lengua, se quejan de que empiezan a dudar sobre cualquier cosa que dicen o escriben. Hasta un gerundio se les presenta como sospechoso. Y me parece bien, porque los gerundios se tienen merecida esa desconfianza. También me dicen cosas como: «Ahora, cuando oigo un ‘en plan', me resuena en la cabeza: en plan ‘alguien ha dicho en plan'». Reímos. En el fondo les gusta y les molesta a la vez que el conocimiento les proporcione ese sentido de alerta, ese criterio, y que les confiera, con él, una intranquilidad nueva, cosquilleante pero molesta, a la que vivían ajenos en una ignorancia tranquila.

Quien realmente sabe es muy consciente de cuánto ignora, y se hace prudente. En cambio, quien no sabe tampoco sabe que no sabe. Y por eso suele tener opiniones muy tajantes, poco matizadas, y rechaza de saque las visiones de la vida o las explicaciones que no entiende porque no entran en sus entendederas o que no quiere entender porque le obligarían a cambiar. Se ha dicho quizá desde siempre: la ignorancia es atrevida. A mayor ignorancia, mayor arrogancia. Mientras que la sabiduría suele adornarse de humildad: al sabio siempre le parece que sabe poco.

En la ignorancia se vive mejor, menos comprometido. Le atribuyen falsamente a Aristóteles una frase impropia de él: «No se puede ser feliz sino al precio de cierta ignorancia». En nuestro refranero amoroso la traducimos por «ojos que no ven, corazón que no siente». Quizá por eso aumenta el número de personas que huye de las noticias. Pero quien renuncia a saber y sufrir renuncia a la libertad.

QOSHE - Saber y perder - Paco Sánchez
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Saber y perder

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02.12.2023

El saber verdadero ni es cómodo ni da seguridad. Más bien, todo lo contrario. Cuando los alumnos aprenden los secretos del uso de la lengua, se quejan de que empiezan a dudar sobre cualquier cosa que dicen o escriben. Hasta un gerundio se les presenta como sospechoso. Y me parece bien, porque los gerundios se tienen merecida esa desconfianza. También me dicen cosas como: «Ahora, cuando oigo un ‘en plan', me resuena en........

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