Si siguen el consejo de Enric Juliana —mapas, mapas— podrán comprender mejor lo que sucede en Gaza. Por más que la cuestión palestina forme parte de la vida de varias generaciones, se obvia mucho de este conflicto interminable. Con origen en la decisión del Gobierno británico de 1917 de permitir el asentamiento de judíos en Palestina, alcanza su esplendor con el fin del mandato británico, resolución de la ONU en 1947 y la división de Palestina en dos estados, el árabe y el judío. Decisión no aceptada por los árabes y que dio lugar a la guerra de independencia judía en 1948, con la consiguiente expulsión —nakba— de los árabes de Palestina. Una guerra que alcanza a los estados limítrofes, Líbano, Siria, Jordania y Egipto, además de a las dos zonas de dominio árabe con fuerte incidencia israelí en Palestina: la Franja de Gaza y Cisjordania.

Netanyahu llega al poder al derrotar a Simón Peres en 1996. Desde entonces prometió frenar los procesos de paz y reformar la sociedad israelí. Con su alianza con los ultras ortodoxos y la extrema derecha, si no reformarla, sí ha conseguido dividirla. Generando una ola de protestas solo suspendidas desde el ataque de Hamás el 7 de octubre. Desatando entonces una guerra con el objetivo de destruir Gaza para dar paso a una nueva expansión judía. Con la inacción cómplice de gran parte de los países árabes, mientras siguen vigentes los Acuerdos de Abraham entre Israel y los Emiratos Árabes, Sudán, Baréin y Marruecos, bajo los auspicios de los EE.UU. de Trump, en una estrategia de aupar a Arabia Saudí como líder frente a los ayatolás de Irán.

Una guerra con más de veinticinco mil muertos civiles en Gaza, la inacción de la ONU y las grandes potencias y el clamor del alto representante de la UE, Josep Borrell, y del secretario general de la ONU, que vienen solicitando el embargo de armas a Israel y un alto el fuego, junto a las denuncias humanitarias de Sudáfrica. Un llamamiento redoblado por el ataque israelí a Rafah, en la frontera con Egipto —el mayor campo de desplazados del mundo—, con 1,5 millones de gazatíes refugiados, huyendo de la Gaza ocupada y devastada. Lo que ha obligado a posicionarse en su contra a EE.UU. y Alemania.

Convertida Rafah en una ratonera sin salida, Biden necesita buscar una tregua de seis semanas, ante la firme actitud de Egipto, que no está dispuesto a asumir la población palestina expatriada. Activándose de nuevo los contactos de Catar, Egipto, EE.UU. e Israel y sus servicios de inteligencia, aun sin acuerdo para detener el ataque, ya que la estrategia de Netanyahu de evacuación de Gaza, con el apoyo de los EE.UU., se mantiene. Rusia y China actúan por actores interpuestos, sean Siria o Irán con Hezbolá en Líbano y los hutíes en Yemen, además de sus agendas propias en Ucrania y Estonia, o en el Mar de China. Lo que convierte de nuevo la zona en un gran conflicto. Un final para la Palestina sin estado. Naufragando ahora con Netanyahu y sus aliados.

QOSHE - De Israel a Egipto, destruir y vaciar Gaza - Uxío Labarta
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De Israel a Egipto, destruir y vaciar Gaza

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15.02.2024

Si siguen el consejo de Enric Juliana —mapas, mapas— podrán comprender mejor lo que sucede en Gaza. Por más que la cuestión palestina forme parte de la vida de varias generaciones, se obvia mucho de este conflicto interminable. Con origen en la decisión del Gobierno británico de 1917 de permitir el asentamiento de judíos en Palestina, alcanza su esplendor con el fin del mandato británico, resolución de la ONU en 1947 y la división de Palestina en dos estados, el árabe y el judío. Decisión no aceptada por los árabes y que dio lugar a la guerra de independencia judía en 1948, con la consiguiente expulsión —nakba— de los árabes de Palestina. Una guerra que alcanza a los estados limítrofes, Líbano, Siria, Jordania y........

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