Me cuesta entender que se pueda volar tan bajo. Me cuesta creer que el independentismo gallego (BNG) y el socialismo, gallego y «moncloense», se hayan subido a este globo que puede reventarles en las urnas. Y me cuesta creer que determinados medios de comunicación, adeptos al «progresismo» y no a la verdad, se sumen al disparate de los pélets caídos al mar. Al mar portugués, todo hay que decirlo. Sucedió el 8 de diciembre. 8 de diciembre, reitero. Y hasta el 3 de enero la Xunta no recibe una información oficial del Gobierno central al respecto. Pasó casi un mes. Pero antes ya lo habían visto, medido, valorado electoralmente. Olfatearon carnaza y se lanzaron como halcones a las bolitas de plástico. Maquiavelo aseguraba que la política no tiene relación con la moral. Nunca antes vi tan explicitada la frase del “Príncipe”. Y he tenido oportunidades, decenas, en los cinco años de Gobierno de Sánchez y compañía (compañías, en plural). Desde el imposible pacto con Bildu al pacto por la alcaldía de Pamplona. Desde la imposible ley de amnistía a la ley de amnistía redactada a las órdenes de un prófugo de la Justicia española. Desde el no a los indultos a indultar. Desde el «hemos vencido al virus» a los estados de alarma inconstitucionales. Ya he visto de todo con este Gobierno. Sin embargo, nunca imaginé que pudiesen, como dije, volar tan bajo. Y que el independentismo gallego se haya unido al estrépito, el artificioso estruendo, solo redunda en lo que he señalado en multitud de ocasiones: el independentismo gallego, como Bildu y como Esquerra, es socio preferente de Sánchez y viceversa.

Galicia es la víctima del vertido, no la causante. La Xunta no es informada oficialmente hasta casi un mes después de la caída de los contenedores del barco liberiano. El Gobierno de Sánchez no hace nada desde que conoce el vertido (¡8 de diciembre!). La Marina Mercante y todo lo relacionado con aguas internacionales es competencia exclusiva de Madrid, que no hizo absolutamente nada, reitero. Solo dejar que pasasen las celebraciones navideñas para montar un aquelarre, verdaderamente patético, para menoscabar la mayoría absoluta popular que todas las encuestas (alguna de ellas siempre acertadas, como la de Sondaxe) pronostican para el 18 de febrero. Pero se han equivocado. Porque han querido resucitar al Prestige y lo que han hecho es afianzar al votante del Partido Popular. Porque han pensado que la ciudadanía gallega traga con todo lo que vocifera el «progresismo» y los medios «progresistas» desde Madrid. Porque piensan que los gallegos no sabemos distinguir entre víctima y culpable. Y porque, en definitiva, minusvaloran la capacidad de este pueblo que mil veces se ha levantado contra las falacias y las adversidades. Es probable que la política que practica Sánchez se fundamente en Maquiavelo. Pero Maquiavelo nunca se ha presentado a las elecciones gallegas. Perdería. Rotundamente.

QOSHE - La política, la moral y los pélets - Xosé Carlos Caneiro
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La política, la moral y los pélets

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15.01.2024

Me cuesta entender que se pueda volar tan bajo. Me cuesta creer que el independentismo gallego (BNG) y el socialismo, gallego y «moncloense», se hayan subido a este globo que puede reventarles en las urnas. Y me cuesta creer que determinados medios de comunicación, adeptos al «progresismo» y no a la verdad, se sumen al disparate de los pélets caídos al mar. Al mar portugués, todo hay que decirlo. Sucedió el 8 de diciembre. 8 de diciembre, reitero. Y hasta el 3 de enero la Xunta no recibe una información oficial del Gobierno central al respecto. Pasó casi un mes. Pero antes ya lo habían visto, medido, valorado electoralmente. Olfatearon carnaza y se lanzaron como halcones a las bolitas de plástico. Maquiavelo aseguraba que la política no........

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