He tomado prestado el título de esta columna. Se trata de una frase pronunciada hace pocos días por Odón Elorza. Es un socialista «de toda la vida». Abogado curtido en la militancia en el partido y hombre que siempre habla claro. En 1979, cuando contaba veinticuatro años, ya era concejal en el Ayuntamiento de San Sebastián. Fue elegido alcalde en 1991, cargo que ostentó hasta junio del 2011. Desde ese último año hasta el pasado mes de enero, ejerció como diputado en el Congreso. Se significó como uno de los paladines a favor de la moción de censura que ganó Pedro Sánchez. Ahora cuenta sesenta y ocho años. Y, como otros miembros socialistas «de toda la vida», no puede creer lo que su partido está perpetrando.

La frase interrogativa que encabeza esta columna la pronunció Odón Elorza al conocer que el PSOE, su partido, trataba al fugado Carles Puigdemont como «president». También dijo Elorza, literalmente: «La ley de amnistía debe de expresar claramente que lo que aconteció en el 2017 fue contrario al Estado de derecho, fue ilegal». Mucho me temo que su deseo caerá en saco roto. Los independentistas con los que Sánchez pactó su investidura ya han señalado, por activa y por pasiva, que los responsables de los gravísimos hechos de octubre del 2017 son «represaliados políticos». Incluso han llevado a Sánchez al hecho inverosímil de acordar la amnistía para los miembros de Tsunami Democràtic y los CDR (Comités de Defensa de la República), encausados por terrorismo. ¡Cómo no va a preguntar Elorza lo mismo que nos preguntamos muchos ciudadanos! Dónde está la dignidad. Dónde la ha perdido para siempre el PSOE.

Pese a todo lo relatado, no cuesta trabajo alguno encontrar a varios que defienden la amnistía de Sánchez. Son los mismos que desde hace más de una década dan lecciones de democracia al resto. Los hay de todos los colores. ¿Recuerdan cuando Pablo Iglesias nos despertó de nuestro sueño afirmando que la democracia española no era una verdadera democracia? En eso se han afanado los partidos de la ultraizquierda y los nacionalistas, asociados con los socialistas, durante los últimos años: la transición fue un fraude y nuestra democracia no existía. Es mucho más democrático, sin duda, acordar (sin luz ni taquígrafos) el pacto más ultrajante de la reciente historia española. No lo digo yo, lo dicen de una u otra manera Odón Elorza, Felipe González o Alfonso Guerra. También lo dice García Page, pero le falta arrojo para que sus votos no sean los de Sánchez.

Hemos llegado a ese lugar del que ya es imposible huir: el Gobierno de España está sustentado por aquellos que no creen en España. Ni en la Constitución, aunque no me cabe ni la menor duda de que los «técnicos» del PSOE podrán encajar sin problema alguno la amnistía. Ha saltado por los aires el Estado de derecho y la igualdad entre ciudadanos. La dignidad no la busquen entre escombros. Como Puigdemont, ha huido.

QOSHE - Qué fue de la dignidad - Xosé Carlos Caneiro
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Qué fue de la dignidad

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06.11.2023

He tomado prestado el título de esta columna. Se trata de una frase pronunciada hace pocos días por Odón Elorza. Es un socialista «de toda la vida». Abogado curtido en la militancia en el partido y hombre que siempre habla claro. En 1979, cuando contaba veinticuatro años, ya era concejal en el Ayuntamiento de San Sebastián. Fue elegido alcalde en 1991, cargo que ostentó hasta junio del 2011. Desde ese último año hasta el pasado mes de enero, ejerció como diputado en el Congreso. Se significó como uno de los paladines a favor de la moción de censura que ganó Pedro Sánchez. Ahora cuenta sesenta y ocho años. Y, como otros miembros socialistas «de toda la vida», no puede creer lo que su partido está perpetrando.

La frase........

© La Voz de Galicia


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