Tras la investidura del presidente del Gobierno, con el voto de los partidos plurales que lo apoyan, nos queda por concretar, y ahora qué, para hacer posible los acuerdos que contiene, y en particular en lo que se refiere a lo firmado con las fuerzas denominadas independentistas, y su repercusión en el resto del Estado, donde estamos todos, para hacer posible su estabilidad, y eficacia en su funcionamiento.

Temas diversos deben ser tomados en consideración en un Estado con una Constitución de 1978, hace pues ya 45 años, que debe profundizar en la democracia, buscando, desde la tolerancia, soluciones ambiciosas que faciliten la convivencia. Ante el, «España se rompe», la España de todos debe avanzar en reconocer su realidad social.

Ya la Constitución «non nata» de 1873, hace por ahora 150 años, muy influida por la Constitución de los Estados Unidos de 1787, establecía, en su artículo 1º, que la Nación española estaba compuesta por diferentes Estados, lo cual podría tener hoy su equivalente en la Constitución de 1978, cuando recoge la existencia de regiones y nacionalidades, ante la necesidad de avanzar en la construcción de la España posible.

La España inacabada, debe dar un paso adelante, afirma Joan Romero, recientemente homenajeado por el Institut de Desenvolupament Local IIDL de la Universitat de València, en, «La España polifónica», mediante una nueva generación de acuerdos territoriales. La España de hoy no puede continuar inacabada por no alcanzar a contemplar todo lo que pretendía. Temas diversos deben ser tomados en consideración aportando soluciones que faciliten la convivencia.

El federalismo, puede contribuir al reparto razonable del gobierno entre los asociados, llevando a cabo la descentralización más efectiva, ante los cambios que se prevén en el modelo territorial, de manera que cada uno reciba, a cambio de lo entregado, algo proporcional, sin perjuicio de su aportación a la solidaridad interterritorial. Lo cual supone avanzar en la profundización en la democracia, partiendo de la voluntad de comprensión de las partes, de manera que se opte por un sistema más operativo de convivencia democrática y con financiación igualitaria de todos los territorios.

Con motivo del 23 aniversario del asesinato de Ernest Lluch, 21 de noviembre de 2000, recordamos sus palabras manuscritas, a modo de testamento, 2 de enero de 1999, «Hem de canviar les coses però hem de canviar les persones». Los diferentes temas deben ser resueltos profundizando en la democracia, buscando soluciones, desde las personas, que faciliten la convivencia. España debe componer un marco legislativo democráticamente aceptado, para lo cual la propuesta de entendimiento resulta necesaria, donde la opción federal puede permitir avanzar en el reconocimiento de la diversidad dentro del Estado.

Es claro que en la cuestión catalana existen temas pendientes que merecen consideración, y olvidarlos, sin aceptar la parte de responsabilidad que corresponde a cada cual, supone faltar a la realidad. Pero ocultar lo que nos une y acentuar lo que nos separa, no es avanzar en la búsqueda de la solución. Recordar el texto de Rovira i Virgili, «España y Cataluña. Lo que nos une», sí lo es. El entendimiento es la única opción posible, y para ello el camino del federalismo integrador resulta ser una opción válida para comprobar si, tras la investidura, estamos comprometidos.

QOSHE - Y ahora qué - Alejandro Mañes
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Y ahora qué

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23.11.2023

Tras la investidura del presidente del Gobierno, con el voto de los partidos plurales que lo apoyan, nos queda por concretar, y ahora qué, para hacer posible los acuerdos que contiene, y en particular en lo que se refiere a lo firmado con las fuerzas denominadas independentistas, y su repercusión en el resto del Estado, donde estamos todos, para hacer posible su estabilidad, y eficacia en su funcionamiento.

Temas diversos deben ser tomados en consideración en un Estado con una Constitución de 1978, hace pues ya 45 años, que debe profundizar en la democracia, buscando, desde la tolerancia, soluciones ambiciosas que faciliten la convivencia. Ante el, «España se rompe», la España de todos debe avanzar en reconocer su realidad social.

Ya la Constitución «non nata» de 1873, hace por ahora 150 años, muy influida por la........

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