Todo el mundo espera que le toque la lotería, sobre todo en estos días tan entrañables que se acercan. Aunque nadie se compra el coche soñado, ni la casita de campo, ni los billetes de avión al Caribe antes del sorteo. Pero la política supera la realidad y su nivel de expectativas suele ser más elevado que la del resto de los mortales. Alguien piensa que debes ser ministro, y no solo te lo crees, sino que vas a comprarte una cartera de piel negra. O que debes ser presidente provincial sin arremangarte, con déficit de empatía para pactar, y llevas a toda la familia a que vea tu fracaso. O que puedes ser secretaria de Estado por la vía consorte, o subdirectora de la Agencia Espacial Europea porque conoces a alguien que veranea en Xàbia. Le ha pasado a Ximo Puig, pero no será el último.

Si queda vida inteligente en eso tan disruptivo que se llama «ximismo» dentro del socialismo valenciano, alguno debería hacerle un favor urgente al expresidente. Decirle toda la verdad, que su mandato tuvo claros y oscuros, pero que fue suspendido a finales de mayo, y pese al tiempo pasado, toca hacer una buena autocrítica y propósito de enmienda. Que lo primero pasa por ocupar su escaño en las Corts o irse. Lo segundo, renunciar a la reelección como líder del PSPV, porque si sigue sin darse por aludido, como si no hubiera pasado nada, igual ni los suyos se acuerdan de agradecerle los servicios prestados.

Joan Ribó es el ejemplo. El exalcalde, que nunca estuvo cómodo en el cargo, ha sabido hacerse a un lado y poner en marcha su sustitución. Toda una excepción, pues en las Corts, su compañero Baldoví sigue mirando a otro lado cada vez que Marzà, un adanista de manual, le abre todas las puertas y ventanas. Por no hablar del error de Àgueda Micó de ligar el futuro de Compromís a la inestable izquierda española, siempre mucho más cañí que federal.

Nadie es imprescindible, y si hubiera más amistad verdadera que interés entre los distintos representantes del servicio público, debería ser obligatoria aquella máxima napoleónica, que una retirada a tiempo es una victoria, como ha vuelto a poner de moda la superproducción de Ridley Scott. Tenía más posibilidad de ser ministro con Sánchez, cualquier peón del complicado tablero del PSPV que sus decadentes figuras. Como se ha comprobado.

QOSHE - Fuera de cobertura - Joan Carles Martí
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Fuera de cobertura

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26.11.2023

Todo el mundo espera que le toque la lotería, sobre todo en estos días tan entrañables que se acercan. Aunque nadie se compra el coche soñado, ni la casita de campo, ni los billetes de avión al Caribe antes del sorteo. Pero la política supera la realidad y su nivel de expectativas suele ser más elevado que la del resto de los mortales. Alguien piensa que debes ser ministro, y no solo te lo crees, sino que vas a comprarte una cartera de piel negra. O que debes ser presidente provincial sin arremangarte, con déficit de empatía para pactar, y llevas a toda la familia a que vea tu fracaso.........

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