Transcurridos sesenta y cinco años desde su nacimiento; habiendo asesinado a 857 personas por ser españoles, herido a miles más y habiendo provocado el exilio forzoso del País Vasco de más de 200.000 personas, el proyecto político de ETA alcanzó el pasado domingo una victoria incontestable. Igualó en escaños al otra hora imbatible PNV, fue primera fuerza política en Álava y Guipúzcoa, y segunda en Vizcaya, la cuna del partido fundado por Sabino Arana.

Dónde quedan después de este resultado electoral, todas esas afirmaciones rotundas de dirigentes políticos, opinadores, tertulianos —no me refiero a los Zapatero y Sánchez de turno y a sus palmeros mediáticos, sino a los dirigentes de la derecha y medios cercanos—, que durante estos años han dicho que ETA había sido derrotada. De verdad, ¿después de lo que ha pasado este domingo, siguen estando tan ciegos y equivocados?

Desde que nació, en 1959, como consecuencia de una escisión dentro de las juventudes del PNV, ETA tuvo un objetivo principal y otro secundario. El primero era la destrucción de España, de la democracia, de un orden social basado en los valores cristianos, y para ello empleó la violencia terrorista durante tantos años. La empezó con Franco, y la siguió con mayor intensidad en democracia. El segundo objetivo era sustituir al PNV, porque pensaban que este partido no iba querer llevar a cabo un proceso con tintes revolucionarios y marxistas. El pasado domingo han dado un paso muy importante para conseguir este segundo objetivo. El PNV, que ha tenido un mal resultado a pesar de haber ganado a Bildu por un estrecho margen de votos, muy probablemente conseguirá, porque a Sánchez en estos momentos es lo que le conviene, situar a su candidato Pradales en Ajuria-Enea, pero ya tiene el aliento de Bildu en la nuca.

Aunque ETA dejó de matar hace unos años —no por un convencimiento ético, sino por la acción de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, y poque en el fondo no lo necesitaba ya para conseguir sus objetivos, visto lo que les dio Zapatero, la inacción de Rajoy y el blanqueamiento de Sánchez— su proyecto político está más fuerte que nunca. Reitero que son primera fuerza política en Guipúzcoa y Álava, están muy por delante del PNV en Navarra, y son segundos en Vizcaya.

¿Qué grito coreaban la noche del domingo los entusiasmados militantes de Bildu en la celebración de sus resultados, cuando su jefe, Arnaldo Otegui, les dirigía la palabra? El de "Independentzia", porque a eso van, a eso no han renunciado, y a eso llevarán al PNV. No hay que olvidar que el Parlamento Vasco que ha salido de las urnas de este domingo, es el más independentista/nacionalista de la historia: 54 diputados de un total de 75. Y todavía queda por recontar el voto exterior. ¿Alguien cree que, con esa mayoría aplastante, cuando llegue el momento oportuno, no plantearán un pulso al Estado? ¿Y alguien piensa que, si Sánchez sigue en ese momento en la Moncloa, no les concederá todo lo que alga falta, precisamente para poder seguir en el poder?

Por esta gravísima situación, produce perplejidad y asombro la valoración que ha hecho de los resultados propios el candidato a lehendakari del PP. ¿De que se alegraba Javier de Andrés la noche electoral en el Hotel Canciller Ayala de Vitoria? ¿De haber subido un escaño? ¿De haberse quedado a las puertas de los 100.000 votos? De Andrés es periodista, y debería ser más riguroso en los datos. Por si no los tiene a mano, se los recuerdo: en las elecciones vascas de 2001, Jaime Mayor Oreja como candidato del PP tuvo 19 diputados y 327.000 votos, siendo segunda fuerza política; Carlos Iturgaiz en 1998 obtuvo 16 escaños y 252.000 votos, siendo también segunda fuerza; María San Gil en 2005, 15 escaños y 210.000 votos. ¿Qué celebraba de Andrés? ¿Es consciente que su partido es, con esos resultados, totalmente irrelevante y que no va a tener ninguna influencia en la política vasca?

Lo mismo se puede decir de VOX. Están muy satisfechos en la formación de Abascal de haber conservado el escaño por Álava, que muy pocas, por no decir ninguna, encuestas le daban. Pero es un escaño de 75. Ha tenido mérito el sacarlo, pero nada más. En el conjunto del País Vasco ha sacado más votos Podemos que VOX. El constitucionalismo, por tanto, en las elecciones del domingo obtuvo un total de 8 escaños —7 el PP, 1 VOX— de 75. Obviamente no cuento los 12 del PSE, porque los socialistas vascos son en la actualidad cualquier cosa menos constitucionalistas.

Esta grave situación debería preocupar, sobre todo, al líder nacional del PP. Feijóo creía que podía atraer votos de un supuesto descontento en el electorado del PNV por su seguidismo a Sánchez, y ha sido al revés. Un buen número de votantes populares han decidido dar su papeleta al PNV por el miedo a Bildu. Fallo en el diagnóstico. El presidente del PP debería trabajar desde ya en la reconstrucción de un proyecto político ilusionante en el País Vasco que tenga como eje conductor la fortaleza de España y la defensa sin complejos de la Constitución. Esto es lo que ha evitado a toda costa —junto con no molestar a los demás con el tema de ETA— su candidato en estas elecciones y así les ha ido.

Dentro de tres semanas serán las elecciones catalanas. Lo que pase en ellas tendrá una enorme importancia para la deriva inmediata de la política en España. Si al final gobiernan los independentistas en Cataluña, sobre todo si el Presidente de la Generalitat es el prófugo Puigdemont, Sánchez tendrá la excusa perfecta para decir a los españoles que hay que buscar un nuevo "encaje" de Cataluña y el País Vasco, y no se atreverá a decir dentro de España. Excusa para cargarse el orden constitucional del 78 y, sobre todo, para poder seguir en el poder. Así de triste, pero así de cierto.

QOSHE - Gana ETA, pierde España - Cayetano González
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Gana ETA, pierde España

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23.04.2024

Transcurridos sesenta y cinco años desde su nacimiento; habiendo asesinado a 857 personas por ser españoles, herido a miles más y habiendo provocado el exilio forzoso del País Vasco de más de 200.000 personas, el proyecto político de ETA alcanzó el pasado domingo una victoria incontestable. Igualó en escaños al otra hora imbatible PNV, fue primera fuerza política en Álava y Guipúzcoa, y segunda en Vizcaya, la cuna del partido fundado por Sabino Arana.

Dónde quedan después de este resultado electoral, todas esas afirmaciones rotundas de dirigentes políticos, opinadores, tertulianos —no me refiero a los Zapatero y Sánchez de turno y a sus palmeros mediáticos, sino a los dirigentes de la derecha y medios cercanos—, que durante estos años han dicho que ETA había sido derrotada. De verdad, ¿después de lo que ha pasado este domingo, siguen estando tan ciegos y equivocados?

Desde que nació, en 1959, como consecuencia de una escisión dentro de las juventudes del PNV, ETA tuvo un objetivo principal y otro secundario. El primero era la destrucción de España, de la democracia, de un orden social basado en los valores cristianos, y para ello empleó la violencia terrorista durante tantos años. La empezó con Franco, y la siguió con mayor intensidad en democracia. El segundo objetivo era sustituir al PNV, porque pensaban que este partido no iba querer llevar a cabo un proceso con tintes revolucionarios y marxistas. El pasado........

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