No hay quien entienda al partido de Pedro Sánchez. Hace nada se estaba felicitando por la ley de Amnistía. Speedy Bolaños se animó incluso a autofelicitarse. Desde Chile el jefe profetizó que hay Gobierno para rato, profecía en la que le acompañaron desde España los sumandos, y vaticinó igualmente, ya metido a oráculo, que la legislatura se le hará larga a la oposición. Dijo de paso, porque hay que dar alguna lección de vez en cuando, que "así es la democracia". No es cosa de extenderse, pero atentos a esta nueva, novísima definición: la democracia consiste en que las legislaturas se le hagan muy largas a la oposición.

Por el lado de la corrupción, cero problemas. Así lo veía hace nada el partido de Pedro Sánchez. Lo de Koldo era lo de Koldo, y punto final. Se había actuado de inmediato, con absoluta transparencia, de manera impecable. Siempre son impecables. Y no era para nada una "corrupción estructural". No es cuestión de profundizar, pero hay que decirlo, aun brevemente: no se había visto un caso de corrupción en los núcleos ministeriales de un Gobierno desde hace mucho y menos, en el corazón de las infraestructuras públicas. ¿Será corrupción infraestructural? De cualquier modo, ni lo de Koldo ni lo de Ábalos ni lo de Armengol preocupaba ni un poquito al partido de Sánchez. Por el lado socialista estaba todo limpio e impoluto. ¡Quién tiene que dar explicaciones es Tellado!

Así que estaban, hace nada, radiantes de felicidad, más contentos que unas castañuelas, y se veían comiendo perdices por mucho tiempo, mientras le decían chincha rabiña a la oposición. Vale. Pero, entonces, ¿por qué no paran la guerra? ¿Por qué no toleran una mínima crítica de la amnistía, como la que hace Page? ¿Por qué aprovechan el aniversario de los atentados del 11 de marzo, que se debía dedicar en exclusiva al recuerdo y al dolor, para lanzar ataques contra el partido de la oposición? Hay algo que no cuadra. Si están tranquilos porque hay Gobierno para rato, y eso es en verdad lo único que les hace sentir felices, ¿a qué vienen tanta tensión y tanta hostilidad?

O la felicidad se les ha marchitado en pocas horas o no era tan perfecta. O la seguridad de acabar la legislatura se les ha venido abajo de repente o no la han tenido nunca. Y de lo que menos parecen seguros es del aplauso unánime del partido. Si la opinión de Page es "muy marginal" y sólo representa a una "minoría muy absoluta" —la "minoría muy absoluta" merecería capítulo aparte—, no se entiende que se molesten en replicar y rebatir. A los marginales y a las minorías, absolutas o relativas, no se les hace caso. A menos que incordien. Pero si pueden incordiar, no son tan marginales. Más todavía cuando lo habitual en los partidos es apoyar por principio todo aquello que permita seguir en el poder. Ahí el fin siempre acaba justificando los medios. Al revés de lo que quería Camus, para quien eran los medios los que debían justificar el fin. Los que no pasan por alto una leve disidencia es que temen que vaya a más.

QOSHE - ¿No había Gobierno para rato? - Cristina Losada
menu_open
Columnists Actual . Favourites . Archive
We use cookies to provide some features and experiences in QOSHE

More information  .  Close
Aa Aa Aa
- A +

¿No había Gobierno para rato?

6 4
12.03.2024

No hay quien entienda al partido de Pedro Sánchez. Hace nada se estaba felicitando por la ley de Amnistía. Speedy Bolaños se animó incluso a autofelicitarse. Desde Chile el jefe profetizó que hay Gobierno para rato, profecía en la que le acompañaron desde España los sumandos, y vaticinó igualmente, ya metido a oráculo, que la legislatura se le hará larga a la oposición. Dijo de paso, porque hay que dar alguna lección de vez en cuando, que "así es la democracia". No es cosa de extenderse, pero atentos a esta nueva, novísima definición: la democracia consiste en que las legislaturas se le hagan muy largas a la oposición.

Por el lado de la corrupción, cero problemas. Así lo veía hace nada el partido de Pedro Sánchez. Lo de Koldo era lo........

© Libertad Digital


Get it on Google Play