En 2021, Sánchez se empeñó en bajar a la arena y ser él quien le ganara las autonómicas a Ayuso. Creyó el muy fantasma que, por haber derrotado al peso mosca que fue Pablo Casado, podría con su estilo marrullero y arrastrado noquear a la brava madrileña. Como fue a por lana y salió trasquilado, desde entonces, se la tiene jurada. La ira es mala consejera. Sánchez, como los malos tahúres, se empeña en ganarle a quien le ha demostrado que sabe jugar mejor que él. Y cada vez que va a por ella, termina apaleado.

No conforme con el desplume sufrido en las autonómicas del 21, decidió atacar a la presidenta de la comunidad de Madrid por persona interpuesta. Le filtró al ablandabrevas de Casado un documento de Hacienda, ilegalmente extraído de los archivos del ministerio, para que, con la vergonzosa colaboración de Carlos Herrera, acusara al hermano de Ayuso de haber cobrado comisiones ilegales por la venta de mascarillas en la pandemia. Dos fiscalías, la española y la europea, concluyeron que no había nada perseguible y, mientras Casado pagó con su muerte civil haberse dejado manipular por Sánchez, la presidenta salió más reforzada que nunca.

Ahora, tratando de hacer de la necesidad virtud, ha expulsado del paraíso socialista con su flamígera espada a José Luis Ábalos. Lo ha hecho a pesar de que de momento no hay nada contra él para demostrar que en su PSOE echan a los leones a los amigos de quienes cobran comisiones ilegales vendiendo mascarillas mientras que en el PP no prescinden de las hermanas de quienes hacen lo mismo. La estúpida jugada tendría algún sentido si el hermano de Ayuso hubiera acabado como Koldo García, pero no es el caso. Hay diferencias abismales entre ambos, y es que Koldo fue detenido y está imputado, tuvo un incremento patrimonial injustificado y su trama ha colocado varios cientos de miles de euros en Luxemburgo. En el caso de Ayuso no hay nada de nada.

Pero, al empeñarse en marcar las diferencias en casos que no admiten comparación, se ha labrado un mal enemigo. José Luis Ábalos se ha negado a arrugarse, se le ha subido a las barbas y espera ansioso el momento de poder mirarle a la cara, supongo que para escupirle. El asunto crea un peligroso precedente para un tipo al que se le puede seguir el rastro por la estela de cadáveres que deja a su paso, lo que puede animar a otros damnificados a vengarse. Y, si el ministro resultara finalmente imputado, alguien pedirá que le receten a Sánchez la medicina que él quiso administrar al exministro cuando nada había contra él.

A esto hay que añadir la sobrevenida debilidad producida por la sospecha de permisividad con el narcotráfico en el campo de Gibraltar para contentar al rey de Marruecos y que le ha costado la vida a dos guardias civiles; el paso a la irrelevancia política en Galicia, y el aluvión de acusaciones que se espera caigan sobre Armengol y Torres. A la primera no la puede obligar a dimitir porque a saber qué exige Junts a cambio de votar a quien quiera Sánchez que la sustituya como presidenta de la Cámara Baja. Y el segundo va a tener que responder a un montón de preguntas procedentes de Bruselas acerca del desahogo con el que se gastó el dinero que nos dieron. Por otra parte, a Junts sólo le falta pedir que se incluya en la ley de amnistía la ratificación del perdón real del que en su día se benefició Rafael Casanova y que se vea que lo de amnistiar catalanes separatistas es una tradición inveterada de esta España que ellos dicen que tan mal les trata. Y para colmo, los idus de marzo están a la vuelta de la esquina. Puñal ya hay, el de Ábalos. Sólo falta saber quién será el Bruto.

QOSHE - Aquí huele a muerto - Emilio Campmany
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Aquí huele a muerto

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28.02.2024

En 2021, Sánchez se empeñó en bajar a la arena y ser él quien le ganara las autonómicas a Ayuso. Creyó el muy fantasma que, por haber derrotado al peso mosca que fue Pablo Casado, podría con su estilo marrullero y arrastrado noquear a la brava madrileña. Como fue a por lana y salió trasquilado, desde entonces, se la tiene jurada. La ira es mala consejera. Sánchez, como los malos tahúres, se empeña en ganarle a quien le ha demostrado que sabe jugar mejor que él. Y cada vez que va a por ella, termina apaleado.

No conforme con el desplume sufrido en las autonómicas del 21, decidió atacar a la presidenta de la comunidad de Madrid por persona interpuesta. Le filtró al ablandabrevas de Casado un documento de Hacienda, ilegalmente extraído de los archivos del ministerio, para que, con la vergonzosa colaboración de Carlos Herrera, acusara al hermano de Ayuso de haber cobrado comisiones ilegales por la........

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