Los actores, comediantes y caricatos, como cualquier otro ciudadano, ejercen su libertad defendiendo públicamente aquellas iniciativas políticas o civiles con las que están de acuerdo. En algunos casos, el compromiso ético es tan intenso que muchos de ellos no se limitan a figurar entre la masa abajofirmante, sino que ejercen de protagonistas aportando al proyecto su nombre y su fama para darle mayor visibilidad. La actriz vasca que la semana pasada paseaba la pancarta en la manifestación en apoyo de los asesinos etarras es el ejemplo más reciente de este compromiso permanente de las gentes de la cultura (sic) con las propuestas que surgen entre los arrabales izquierdosos de la política. En este sentido, el cine español nunca defrauda.

Itziar Ituño ha visto cómo le cancelaban dos jugosos contratos publicitarios, pero eso no es nada al lado del prestigio que va a adquirir a partir de ahora en la profesión, fruto de su entrada en el martirologio de la izquierda como víctima de la libertad. Lo cierto es que no existe censura en la decisión de dos importantes firmas de no seguir contando con sus servicios, sino un sano ejercicio de la libertad de empresa por parte de estas dos corporaciones, tras evaluar cuidadosamente el coste/beneficio de seguir manteniendo a la buena de Itziar como imagen asociada a sus marcas. En última instancia, la actriz es libre de apoyar a los asesinos etarras y las empresas también lo son para contar o no con sus servicios, pero todos sabemos que la relación de la izquierda con el concepto de libertad es tan conflictivo como el que tiene con la verdad. Ahí está Sánchez para que no queden dudas al respecto.

Itziar ha sido reconocida como mártir y ahora solo queda elevarla a los altares, ceremonia de entronización que ya está fijada para el próximo 10 de febrero en la gala de los Premios Goya, que este año viene más roja que nunca. A partir de ahora no habrá producción audiovisual de cierto prestigio que no cuente con la reconocida actriz vasca para dar lustre moral al elenco, porque el cine español no está pensado para entretener al espectador sino para profundizar en la agenda izquierdista y trincar abundantes subvenciones. Lo segundo, de hecho, es consecuencia de lo primero, de manera que el nombre de Itziar Ituño va a resultar imprescindible para las productoras que quieran aumentar el volumen de trinque de fondos públicos a partir del presente ejercicio.

Como ni usted ni yo vemos la gala de los Oscar españoles (sic), nos perderemos los discursos de homenaje de los premiados a la actriz vasca, a la que darán las gracias antes que a sus mamás y sus papás por su compromiso político, que la ha llevado a ser víctima de la censura de la ultraderecha. Pero es que nos morimos de ganas de no ver ninguna película o serie en la que aparezca esta señora, algo que habrá que notificar también a los principales grupos mediáticos de España, que le pagan sus jugosos emolumentos después de trincar un auténtico pastizal procedente de nuestros impuestos.

QOSHE - Santa Itziar, mártir - Pablo Molina
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Santa Itziar, mártir

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17.01.2024

Los actores, comediantes y caricatos, como cualquier otro ciudadano, ejercen su libertad defendiendo públicamente aquellas iniciativas políticas o civiles con las que están de acuerdo. En algunos casos, el compromiso ético es tan intenso que muchos de ellos no se limitan a figurar entre la masa abajofirmante, sino que ejercen de protagonistas aportando al proyecto su nombre y su fama para darle mayor visibilidad. La actriz vasca que la semana pasada paseaba la pancarta en la manifestación en apoyo de los asesinos etarras es el ejemplo más reciente de este compromiso permanente de las gentes de la cultura (sic) con las propuestas que surgen entre los arrabales izquierdosos de la política. En este sentido, el cine español nunca........

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