Al entrenador de fútbol Xavi Hernández hay cosas que no le cuadran, situaciones que le causan sorpresa, resultados que no acaba de entender y actuaciones arbitrales que le tienen confundido. Xavi entrena al Barcelona, el Barça, también conocido como Farsa, VARça y Palancas F. C, ese club que estuvo pagándole 17 años al vicepresidente del comité técnico de árbitros, Enríquez Negreira, el mismo club que tiene bula para incumplir el "fair play" financiero, el club de Roures.

Xavi jugaba de mediocentro cuando su club pagaba una pastizara mensual a Negreira, el exárbitro que decidía qué trencillas subían o bajaban de categoría. De aquella época dice Xavi que no advirtió ninguna irregularidad de los colegiados favorable a los azulgrana, que no notó nada raro, que su equipo no necesitaba favores y que solía ganar por aplastamiento del rival. Ya, claro. Y porque respirar cerca de Messi era penalti y expulsión.

El técnico del "más que un club" es un hombre templado, aunque circulan por ahí imágenes suyas ciscándose en la p... madre de un árbitro, golpeándose la mejilla a mano abierta para protestar contra un decisión arbitral, presionando al cuarto árbitro y haciendo literalmente lo que le sale del níspero en la banda con profusión de ademanes. Todo ello sin las consecuencias que ese tipo de comportamientos suelen acarrearles al resto de los entrenadores.

El entrenador del club que presume de "valores" después de haber lucido propaganda de Qatar, compañero de plantilla de Piqué (el que se llevó la Supercopa a Arabia a pachas con Rubiales) y discípulo de Guardiola (portavoz del Tsunami Democràtic) sospecha que el vídeo-arbitraje le echó una mano al Madrid en su partido contra el Almería. Bueno, más que sospechar ha declarado esto: "Lo ha visto todo el mundo. Va a ser muy difícil ganar esta Liga. Lo dije en Getafe, que había cosas que no me cuadraban".

Estas declaraciones las hace otro entrenador y no se sienta en el banquillo hasta la próxima temporada o la siguiente. Pero como no podía ser de otra manera, el gran Xavi puede hacer o decir lo que le da la gana en virtud del artículo que dice que los catalanes catalanistas están por encima de la ley y son diferentes al resto de los españoles, ni mejores, ni peores, simplemente superiores. Por tanto, Xavi dice lo que dice y quien debería preocuparse es el Madrid, la Liga española, los árbitros y la Federación.

Xavi encarna como nadie las virtudes del catalanismo, esa manera tan singular de estar en el mundo. Cuando su equipo pierde es que la hierba estaba alta, les daba el sol de cara, el árbitro les miraba raro, era de noche y sin embargo llovía. O culpa del VAR, porque no se le consultó o porque sí se le consultó. Falta toda la segunda vuelta de la Liga, pero Xavi, consciente de que su equipo lo lleva clarinete por deméritos propios, ya ha recurrido al comodín del victimismo.

Siempre es lo mismo. La política, por ejemplo. España nos roba, la culpa es de Madrid, el catalán va a desaparecer, hay demasiados inmigrantes, Díaz Ayuso nos hace dumping y el mundo no nos mira. Da igual que se les perdone la deuda, se les amnistíe de todos sus delitos, se les ponga un piso en el Ensanche y se les den las llaves de las fronteras. Nunca estarán contentos.

QOSHE - El victimismo culé - Pablo Planas
menu_open
Columnists Actual . Favourites . Archive
We use cookies to provide some features and experiences in QOSHE

More information  .  Close
Aa Aa Aa
- A +

El victimismo culé

5 12
23.01.2024

Al entrenador de fútbol Xavi Hernández hay cosas que no le cuadran, situaciones que le causan sorpresa, resultados que no acaba de entender y actuaciones arbitrales que le tienen confundido. Xavi entrena al Barcelona, el Barça, también conocido como Farsa, VARça y Palancas F. C, ese club que estuvo pagándole 17 años al vicepresidente del comité técnico de árbitros, Enríquez Negreira, el mismo club que tiene bula para incumplir el "fair play" financiero, el club de Roures.

Xavi jugaba de mediocentro cuando su club pagaba una pastizara mensual a Negreira, el exárbitro que decidía qué trencillas subían o bajaban de categoría. De aquella época dice Xavi que no advirtió ninguna irregularidad de los colegiados favorable a los azulgrana, que no notó nada raro, que su equipo no necesitaba favores........

© Libertad Digital


Get it on Google Play