Tampoco yo sabía que nuestros "villancicos" se pueden llamar también "villancetes" o "villancejos". Su composición e interpretación es obra de los villanciqueros. Habrán deducido ya que todas esas palabras proceden de villano, el ejemplar del estado llano, el tercer estado, la gente con poca instrucción y riqueza que habitaba en villorrios y aldeas. Pero, como es natural aunque pocos se fijen, en los charcos también brillan las estrellas, que ya he dicho alguna que otra vez. Jesús de Nazareth era un villano, nació en un pesebre de un pueblito a saber cuál – dicen que Belén, pero los exégetas vacilan -, y, sin embargo, de allí surgió lo que hoy llamamos la civilización occidental, la que ha sido fuente de libertad y prosperidad como nunca antes en la Historia universal.

Par empezar por lo dulce, recurriré a un maravilloso villancico del gran poeta portuense, José Luis Tejada Peluffo, al que Manuel Fraga y su cuñado Carlos Robles Piquer, birlaron con malas hechuras el Premio Nacional de Poesía, entonces Premio Jose Antonio Primo de Rivera, que le........

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