Sí, y aunque a ustedes les sorprenda y duden de mi afirmación, no fueron al campo del Barcelona a ver un partido de futbol. Ni invitados al palco. Acudieron para informar a los trabajadores de las contratas sobre sus derechos. No es algo habitual y fue noticia.

Antes les explico un sucedido de hace algunos años. A Mariano Rajoy los sindicatos le organizaron dos huelgas generales. Recién estrenado el Gobierno, que había tomado posesión el 22 de diciembre de 2011, a los tres meses le convocaron la primera —el 29 de marzo de 2012—, que, vaya usted a saber por qué, coincidió con las elecciones andaluzas que pintaban bastos para la izquierda.

Las huelgas generales siempre son un éxito para los convocantes. Es costumbre entre CCOO y UGT hacer las ruedas de prensa de los acontecimientos importantes hoy en la sede de uno, mañana en la del otro. El 29 de marzo tocaba en la de UGT, en la calle Hortaleza, 88, frente a la madrileña Iglesia de San Antón (antes de que la okupase el padre Ángel) y las Escuelas Pías del mismo nombre. Hasta allí acudieron en tropel cámaras, fotógrafos y plumillas para recibir las justas y acertadas valoraciones de los dirigentes sindicales. El paro en los transportes, los servicios, la industria, las grandes obras de la construcción había sido masivo. Se ajustase o no a lo realidad, ese era el guion. Sin embargo, había un problema: justo enfrente, cruzando la calle Hortaleza, trabajaban unos operarios de la construcción en la reforma de las Escuelas Pías, para albergar la nueva sede del Colegio de Arquitectos de Madrid. Un ‘obrón’ que ejecutaba FCC.

¿Cómo vamos a decir que la construcción ha parado si estos, que están a la vista de todos, siguen a lo suyo?, se preguntaron los líderes. Trataron de convencer a los irredentos que les dijeron que no, que no paraban. La cosa pasó a mayores y un dirigente de la Construcción de UGT (hace años que murió y descansará en paz) llamó a la empresa, a FCC (Esther Koplowitz mantenía una excelente relación con Cándido Méndez y Manuel Fernández ‘Lito’, jefe de la Federación de Metal y Construcción). El sindicalista pidió a la empresa que intentase que los operarios —en su mayoría autónomos— parasen unas horas, lo que durase la rueda de prensa. "No es no", fue la respuesta. FCC lo intentó de nuevo y les sugirió que se trasladasen a otro sector de la obra, oculto a ojos de la prensa. Los ‘curritos’ accedieron. ¡Ahora sí! Ya podían decir que el paro en las grandes obras de la construcción era total.

Lo sucedido en las obras del Camp Nou, que son las más importantes de las que están en marcha en Barcelona, es otro ejemplo del desapego de los trabajadores hacia los sindicatos y del abandono de estos hacia aquellos. A finales del pasado mes de noviembre El Periódico publicaba un reportaje, acompañado de un documental, en el que se hacía eco de denuncias de "explotación" laboral y se preguntaba si el Fútbol Club Barcelona tenía responsabilidad en los fraudes detectados. La información era el resultado del paciente trabajo de investigación, entre junio y octubre, de cuatro redactores del periódico. Se publicó el 20 de noviembre. Los sindicatos, siempre atentos a la que salta, solo tardaron nueve días en percatarse y reaccionar. Un hecho tan excepcional que fue noticia: "Los sindicatos acuden al Camp Nou a asesorar a los trabajadores de las obras sobre sus derechos", titulaba el mismo diario.

Para ser justos, ese plural: "sindicatos" no era tal. Solo CCOO se acercó para repartir unos folletos informativos. UGT está desaparecida y la USO con sus estadísticas.

Uno se pregunta cómo es posible que en una obra que ocupa a entre 400 y 1.500 trabajadores —según la etapa constructiva— los sindicatos del sector se enteren por la prensa de las condiciones laborales. La maraña, el enredo, de contratas y subcontratas siempre dificulta su acción, si es que la hubiese, que no es el caso. Carlos del Barrio, de CCOO-Construcción, se sorprendió cuando personas de Recursos Humanos de Limak Construction Europe SL —la empresa turca que ganó el concurso de remodelación para rebajar costos en 300 millones, según algunas fuentes— se dirigieron a los liberados sindicales y acordaron una reunión. Lamentable. ¿En los meses que lleva la obra a ningún sindicato se le ocurrió pedir un encuentro con la empresa y hacer su trabajo?

¿Para qué? Son mano de obra de segunda: obreros marroquíes, ‘pakis’, bolivianos, senegaleses… Estos no votan en las elecciones sindicales, ni se afilian. Luchan por sobrevivir. Mientras, dos sonrientes señoritas con un peto de CCOO les dan unos folletos que no entienden a las 7:30 de la mañana. En la foto salen muy bien.

QOSHE - Los sindicatos van al Camp Nou - Pedro Gil Ruiz
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Los sindicatos van al Camp Nou

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09.12.2023

Sí, y aunque a ustedes les sorprenda y duden de mi afirmación, no fueron al campo del Barcelona a ver un partido de futbol. Ni invitados al palco. Acudieron para informar a los trabajadores de las contratas sobre sus derechos. No es algo habitual y fue noticia.

Antes les explico un sucedido de hace algunos años. A Mariano Rajoy los sindicatos le organizaron dos huelgas generales. Recién estrenado el Gobierno, que había tomado posesión el 22 de diciembre de 2011, a los tres meses le convocaron la primera —el 29 de marzo de 2012—, que, vaya usted a saber por qué, coincidió con las elecciones andaluzas que pintaban bastos para la izquierda.

Las huelgas generales siempre son un éxito para los convocantes. Es costumbre entre CCOO y UGT hacer las ruedas de prensa de los acontecimientos importantes hoy en la sede de uno, mañana en la del otro. El 29 de marzo tocaba en la de UGT, en la calle Hortaleza, 88, frente a la madrileña Iglesia de San Antón (antes de que la okupase el padre Ángel) y las Escuelas Pías del mismo nombre. Hasta allí acudieron en tropel cámaras, fotógrafos y plumillas para recibir las justas y acertadas valoraciones de los dirigentes........

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