Conversando con el Chat GPT, pregunté su opinión respecto de la delegación de tareas que realizan los estudiantes universitarios a la IA, en desmedro del fortalecimiento de las propias competencias cognitivas. Me apuntó las siguientes: pérdida de habilidades críticas, dependencia excesiva de la tecnología, falta de comprensión profunda, riesgo de plagio y falta de originalidad, desigualdad en el acceso y uso de la IA.

Es común que determinados estudiantes resuelvan sus tareas a través de consultas a diversas opciones de IA, que están disponibles en la red internet. Algunos copian directamente textos bien redactados y los presentan como propios en un acto de engaño al docente que, en realidad, es un autoengaño. Efectivamente, las habilidades de criticidad que podrían ejercitar con una actividad de comprensión, selección de contenidos, categorización, comparación, presentación de reflexiones originales o enriquecidas con la información obtenida; se debilitan y hasta desaparecen. Pensar se hace innecesario.

La facilidad y rapidez con la que se obtiene información para realizar una tarea tiene relación directa con la facilidad de obtención de la nota de aprobación. Y, como la cultura está configurada por hábitos que producen satisfacción, esa práctica se convierte en dependencia excesiva de la tecnología, en desmedro obviamente del crecimiento cognitivo. Es una suerte de antinteligencia natural con rasgos de mediocridad.

Un estudiante despistado que no asume su responsabilidad y desafío por resolver un problema formativo se arriesga a no comprender ni profundizar en el asunto que aborda. Su satisfacción inmediata es pasajera porque el mercado de trabajo es feroz. El conocimiento y la práctica en el manejo lógico y sistemático de la información para lograr transformaciones en la sociedad, es una marca fundamental del ejercicio profesional comprometido. Un experto inteligente de verdad que sabe hacerlo puede mejorar los procesos sin depender de la IA. El mercado de trabajo selecciona naturalmente su personal, descartando a los incompetentes y reclutando los mejores. El sistema productivo contemporáneo necesita eficiencia real.

También está en tapete de discusión el tema ético. El engaño al sistema educativo y el autoengaño personal tienen que ver con los valores y la ética de cada individuo. Sobre ello se deben desarrollar estrategias institucionales para el trabajo desde la docencia, en la infancia y desde la familia. Es el famoso “saber ser” del modelo basado en competencias. Sin embargo, no es responsabilidad exclusiva del docente. Tampoco corresponde una persecución policíaca con amenazas punitivas que distraen los esfuerzos planificados para la producción de conocimiento. Lo importante es debatir sobre el tema de manera abierta y con sensatez, de modo que los estudiantes tomen conciencia de las incidencias de este relativamente nuevo problema en los procesos de enseñanza aprendizaje.

Es urgente dejar en manos del actor prioritario del proceso educativo, la decisión de asumir con responsabilidad el aprender y mejorar sus competencias o simplemente relegarlas por la gratificación facilista de la aprobación. Es el estudiante quien puede aprovechar las grandes oportunidades que ofrece la IA en cuanto al acceso a información amplia y actualizada sobre cualquier tema, análisis de datos de manera confiable, apoyo en búsquedas específicas, apoyo en redacción y mejoramiento de textos y el aumento de la eficiencia y productividad en general de los trabajos universitarios.

El uso de la IA no puede ser antinteligente. Debe ser exactamente lo contrario. Es posible aumentar las capacidades e inteligencia de personas ubicadas en sus tareas y su rol de agentes trasformadores de la sociedad. Algunos lo están haciendo de manera plausible. El uso inteligente de la inteligencia artificial es posible.

QOSHE - Antinteligencia en la educación - Marcelo Guardia Crespo
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Antinteligencia en la educación

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14.03.2024

Conversando con el Chat GPT, pregunté su opinión respecto de la delegación de tareas que realizan los estudiantes universitarios a la IA, en desmedro del fortalecimiento de las propias competencias cognitivas. Me apuntó las siguientes: pérdida de habilidades críticas, dependencia excesiva de la tecnología, falta de comprensión profunda, riesgo de plagio y falta de originalidad, desigualdad en el acceso y uso de la IA.

Es común que determinados estudiantes resuelvan sus tareas a través de consultas a diversas opciones de IA, que están disponibles en la red internet. Algunos copian directamente textos bien redactados y los presentan como propios en un acto de engaño al docente que, en realidad, es un autoengaño. Efectivamente, las habilidades de criticidad que podrían ejercitar con una actividad de comprensión, selección de contenidos, categorización, comparación, presentación de reflexiones originales o enriquecidas con la información obtenida;........

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