Más allá de las consideraciones que merezca su proyecto, la reciente defensa que realizó José Seguí de su hotel en el puerto es un alarde de estrategia dialéctica.

Su hilo conductor es el argumento ad hominem, el desprestigio de quienes no comparten su opinión. “Contradictorios y excesivos teóricos”, los acusa de “quedarse atrás” por no imaginar el futuro y tergiversar los argumentos, tildándolos de “casticistas intelectuales”, demagogos, desinformados y victimistas. Postura que luego adopta al quejarse de que las críticas que recibe. Bajo este hilo, la primera estrategia es poner la afirmación a probar (el acierto del hotel) junto a hechos aceptados (la apertura de calle Larios, y la transformación del litoral y el espacio portuario). Aceptados los segundos, el primero lo es por estar en el mismo paquete. Sigue con su presentación como un hecho inevitable. Tanto los anteriores proyectos como el suyo son hechos inevitables. Signos de los tiempos en que se producen. Siendo cierto, soslaya el debate sobre si podemos ser dueños de nuestro destino y si aquellos tiempos fueron lo que debieron ser. A continuación, y para reforzar su postura, establece un falso silogismo. Si la estación marítima carece de vistas al mar, el hotel desde donde se contempla se las proporciona. Falso. La estación seguirá con las vistas que tiene, condicionadas por la necesidad de defenderse del mar, y las vistas las tendrán sus huéspedes, que no serán los malagueños, sino la reducida élite que pueda pagarlo. Tampoco los visitantes de los Muelles 1 y 2, situados hasta a 3 km, que deberán atravesar el páramo de 800 metros que los separa de ese hotel donde el agua se pagará a precio de petróleo catarí. Y prosigue con otra estrategia argumental: la elevación del lenguaje sobre el del lector común. Lo que incita adoptar una posición de inferioridad intelectual y aceptar la tesis porque simplemente no se está a la altura. “Los estudios paleográficos del litoral…” La paleografía es la ciencia que estudia las escrituras antiguas. Puede que sea una metáfora. Finalmente, el argumento de “y tú más”. Si yo tengo una torre de 27 plantas, en La Malagueta hay 33 de hasta 17. Si yo molesto a la Farola, ya lo hacía el barrio. Y el remate de “el tiempo todo lo cura”: será necesario entenderlo en el tiempo.

Su tribuna contiene una sentencia aclaratoria: “Es siempre más fácil destruir desde relatos hábilmente trucados”.

QOSHE - Estrategias dialécticas - Antonio Vargas Yáñez
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Estrategias dialécticas

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04.02.2024

Más allá de las consideraciones que merezca su proyecto, la reciente defensa que realizó José Seguí de su hotel en el puerto es un alarde de estrategia dialéctica.

Su hilo conductor es el argumento ad hominem, el desprestigio de quienes no comparten su opinión. “Contradictorios y excesivos teóricos”, los acusa de “quedarse atrás” por no imaginar el futuro y tergiversar los argumentos, tildándolos de “casticistas intelectuales”, demagogos, desinformados y victimistas. Postura que luego adopta al quejarse de que las críticas que recibe. Bajo este hilo, la primera estrategia es poner........

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