Ángel López

Para triunfar en el fútbol, como en otros aspectos de la vida, hay que tener perseverancia, talento y ambición; pero también un punto de oportunidad y a la Diosa Fortuna como aliada en alguna ocasión. A Griezmann, actual estrella mundial, se le abrió la puerta del primer equipo sin haber debutado en el Sanse porque no había extremos zurdos arriba para el primer ‘bolo’ del verano de 2009. Él mismo lesionó la tarde anterior a Bingen Erdozia, el designado por los técnicos en primera instancia para jugar en Azkoitia. Allí, el de Macon jugó porque no había otro, marcó dos goles en un suspiro y comenzó una historia grandiosa. En el verano de 2015, Moyes se llevó a nueve chavales al ‘stage’ de Austria y Escocia, entre ellos Aritz Elustondo, dos imberbes de 18 años como Zubeldia y Oyarzabal y un portero llamado Gorka Giralt, de la generación del 95, la de Odriozola, Guridi, y Bautista que jugó la Youth League. Al escocés le deslumbraron Igor y Mikel, que ahora suman más de 200 y más de 300 partidos en la Real, aunque debutaron más tarde, con Eusebio. Aritz también se enganchó y Giralt tuvo que hacer las maletas. En un duro y emotivo reportaje de ‘El día después’, el arquero de 28 años cuenta cómo, jugando con el Rayo Majadahonda en Copa ante el Atlético, en el partido de su vida, Luis Suárez le pisó de forma involuntaria en el primer minuto y le reventó el dedo. Tras tres operaciones y mucho llanto, tuvo que dejar el fútbol . Oyarzabal, por su parte, se besó el índice de su mano derecha cuando marcó al Athletic en la final de Copa eterna. El fútbol son momentos que hay que aprovechar. Un dedo pulgar que señala al cielo o al infierno. Reparte gloria y desgracia. Toca volver a opositar por la primera en Iruñea.

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El dedo de Mikel y el de Giralt

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17.01.2024

Ángel López

Para triunfar en el fútbol, como en otros aspectos de la vida, hay que tener perseverancia, talento y ambición; pero también un punto de oportunidad y a la Diosa Fortuna como aliada en alguna ocasión. A Griezmann, actual estrella mundial, se le abrió la puerta del primer equipo sin haber debutado en el Sanse porque no había extremos zurdos arriba para el primer ‘bolo’ del verano de 2009. Él mismo lesionó la tarde anterior a........

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