Ángel López

En esta época de trifulcas por doquier, de ultras vigilados y amenazantes en los partidos europeos, de insultos racistas y de los otros y de jugadores que incendian gradas desde el campo, resulta que puede haber un partido eminentemente festivo, pacífico, de reivindicación educada y de respeto al rival. No todo está perdido. Lo más parecido a un conflicto fue la tensión........

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