Carles Rexach

En tendido como la capacidad de criticar, el “entorno” en el fútbol en los clubs grandes existe desde siempre, aunque en el Barça se hable así de él como tal desde aquella famosa rueda de prensa de Cruyff en Praga en 1992. Esta vez fue Xavi quien señaló cómo puede afectar en el juego de un equipo o de los futbolistas lo que se opine fuera del vestuario de ellos. En ese sentido, en la sociedad actual aún hay más posibilidad de que se monte un gran debate en un santiamén al haber redes sociales y muchas más tertulias, encuestas e incluso cámaras que antes. Un ejemplo: ¿alguien se hubiera enterado en otra época del gesto a Lamine de Lewandowski ante el Alavés si no lo hubieran repetido mil veces? Resultado: hoy, debate al canto; ayer, anécdota o nada.

Este es el tiempo que nos toca vivir y no sólo en fútbol. Ante esa realidad el mejor antídoto que se me ocurre me lleva a las vísperas de mi debut en el primer equipo del Barça. Me lo dijo Sasot antes de estrenarme en Santander cuando le pregunté qué esperaba de mí. “Haz lo de siempre, lo que tú sabes hacer”. Creo que esa receta sigue siendo válida hoy. Al jugador hay que recordarle lo que le ha llevado hasta el Barça. “¿Por qué estás aquí? ¿Por jugar fácil? Pues juega fácil. ¿Por arriesgar con el balón? Pues arriesga.” Pero no todos tienen que jugar fácil. Lo peor es no hacer lo que sientes. Una de las virtudes de Abde, más allá de su acierto puntual, es haberlo visto jugar siempre igual de atrevido en el Hércules, Osasuna, Barça o Betis. Además, la ventaja es que el público actual del Barça anima más que el de antes y silba menos. Eso debe ayudar a los jugadores a hacer lo mismo que les ha llevado hasta el Barça, a no tener miedo. El que no relativice unos pitos, está listo. Los jóvenes, como Lamine, tienen como ventaja precisamente su ‘inconsciencia’ y es mucho mejor que intenten su juego aunque hagan algo mal a que ni siquiera lo intenten. Porque si no, se corre el riesgo de que se vayan diluyendo con tal de “no fallar”.

Espero, a partir de ahora, a un Barça que, en general, haga más lo que le “pide el cuerpo” a todos. Lo espero del entrenador y de los futbolistas. Están a tiempo de todo.

Xavi dirige al Barça porque es el entrenador idóneo para este equipo, para darles confianza a estos jugadores. Un profesional con su trayectoria en el club y en el fútbol es el referente y está de más incluso que salgan mensajes de ánimo porque suenan innecesarios. Ojalá haga lo que le pida el cuerpo.
Lo que toca es que todos se propongan mejorar el nivel cuando todas las competiciones están perfectamente a tiro. Es absolutamente excesivo que el agobio se instale cuando se está en la Liga a 4 puntos del Girona y 2 del Madrid y en Champions se puede acabar líder de grupo ganando al Porto en casa. Repito, es clave que cada cual se proponga subir su rendimiento haciendo lo que le trajo al Barça. Para recuperar confianza conviene volver a lo básico.