Carles Rexach

Tengo la impresión de que este parón le habrá venido muy bien al Barça. En esto soy de la vieja escuela: cuando las cosas van rodadas mejor seguir adelante sin ninguna pausa, justo al revés que cuando estás es una dinámica rara, momento en que lo bueno es parar para ‘fer net’ y volver a empezar con renovadas energías. Además, ya comenté en mi anterior artículo en Mundo Deportivo que la reciente llegada de Vitor Roque, aun sin haberlo visto jugar mucho, tendrá efectos muy beneficiosos en la capacidad de crecimiento del equipo.

Ya lo he explicado algunas veces. Cuando Vic Buckingham entrenaba al Barça decía que en una plantilla, con títulos o sin ellos, siempre-siempre había que incorporar caras nuevas con el gran objetivo de que los que estaban no se durmieran, tanto los que se sentían titulares inamovibles como los que no, porque todos ellos volvían a sentir que las sillas se estaban moviendo. Era, para el experto ‘mister’ inglés, la mejor forma de reactivar el estado de alerta individual y general en el plantel. Llevado al extremo y en un tono nunca falto de humor, incluso bromeaba que al principio era más importante un fichaje por nuevo que por bueno. Naturalmente, eso era una exageración, pero quedaba claro que cuando hay caras nuevas hay un toque de atención general.

Luego estamos todos expectantes en cuanto a lo que futbolísticamente puede darle al Barça Vitor Roque. De él nos ha llegado su juventud, sus goles en Brasil y las ganas de la gente del Barça de que se parezca a todos los grandes futbolistas brasileños que han pasado por la casa. En ese punto hay que pedirle al barcelonismo que ayude al chico a tener un aterrizaje lo más comprensivo posible. De momento, ya cuenta con el impulso de la ilusión que ha generado. Mantengámosla entre todos.

Dejamos un 2023 en el que, conviene no olvidarlo, el Barça ganó la Liga y la Supercopa con Xavi al mando. Estrenamos 2024 y es hora de que el entrenador se sienta con poder para seguir su plan. Está a tiempo de pelear por todo; por la Liga e incluso por la Champions. Feliz año a todos.

Uno de los beneficios colaterales que puede conllevar para el Barça el fichaje de Vitor Roque es Lewandowski. Tiene que ver con esa ‘ley Buckingham’ a la que me refería antes: intuyo que al ex delantero del Bayern le vendrá bien que llegue a la plantilla alguien que apriete, porque en el fútbol toda motivación es bienvenida. También se habla ahora de la posible incorporación de un medio que haga de Gavi, al que se le echa de menos. No es fácil dar con él en un mercado como el de invierno. Sí entiendo que le vendría bien un centrocampista con mucha ‘empenta’ (empuje), porque eso facilitaría a Xavi la posibilidad de aplicar un dibujo con tres arriba o con más gente en la zona ancha en función de la necesidad.