Carles Rexach

El Barça completó su semana fantástica. Ganó al Nápoles para clasificarse para los cuartos de final de la Champions y goleó al Atlético en Madrid con una actuación completa, logrando mantener un muy alto ritmo sin altibajos dentro del partido por primera vez en mucho tiempo. Fue la culminación de un mes en el que el equipo de Xavi ha ido claramente a más. Por eso me sabe muy mal que con esta dinámica tan buena se vuelvan a parar todas las competiciones de clubs, lo que me lleva a criticar a los que inventan este calendario terrible y absurdo. ¿A quién le interesan ahora todos estos partidos de selecciones? Confío en que, al menos, el Barça encare el final de temporada creyendo en sí mismo, incluso en la Champions.

En la Liga puede que lleguemos tarde, pero ya dije que de haberse jugado esta temporada en el Camp Nou ahora pelearíamos por el título. Habiendo ganado a Girona, Villarreal y Granada ya estaríamos ahí. Ahora mismo, la Liga sólo la puede perder el Madrid, creo.

En fin, espero que el Barça se lo crea en Europa porque tiene argumentos para tener fe. Vale, le ha tocado ese PSG que con Luis Enrique juega mucho más como un equipo y que encima tiene a Mbappé. Pero tengo razones para defender la opción del Barça de pasar. De entrada, si estás en cuartos ¿con quién esperas cruzarte? A fin de cuentas, el PSG nunca ha ganado la Champions y esa responsabilidad histórica siempre pesa. El Barça tiene cinco títulos, jugadores que ya han sido campeones de Europa y la vuelta no se juega en París, sino en Barcelona. De pasar, tanto Borussia como Atlético parecen rivales menos duros que los de la otra parte del cuadro y entre los dos, casi mejor los alemanes porque si te enfrentas a equipos de la Liga no parece que estés jugando la Champions. Así que hay que creer y creérselo: es posible aspirar a la final de Wembley. La eliminatoria estrella es ese Madrid-City en el que veo favorito a los de Pep porque, entre otras cosas, la vuelta se juega en Manchester y no en el Bernabéu. Entre el Arsenal y el Bayern, independientemente del momento de juego de unos y otros, apuesto por los alemanes por su pedigrí en este torneo, algo que, repito, es muy importante. Vuelto a la idea principal del artículo: hay razones para que el Barça crea y sólo lamento que, justo ahora, le hagan parar.

De entre toda esta generación de canteranos del Barça que está dando el callo en un tramo tan difícil de la temporada quiero poner en valor al jugador al que, seguramente, menos bombo se le ha dado hasta ahora. Quizás porque tiene 20 años y hasta parece mayor comparado con los Lamine, Cubarsí y compañía. Me refiero a Fermín, que en mi opinión está haciendo una magnífica primera temporada en la élite tras ganarse la oportunidad en el Linares. Está respondiendo a lo grande en partidos tan exigentes como el del Nápoles y el del Atlético. Marcó en los dos partidos porque tuvo ganas de hacerlo. Remata con la cabeza, con las piernas o con lo que haga falta, no para de correr, se mueve y siempre se atreve con todo. Y es bastante mejor de lo que la gente cree.