Carles Rexach

Ya está otra vez sobre la mesa el tema de la servilleta del primer contrato de Messi. Un día en que yo estaba jugando a tenis me llamó Gaggioli para hablar conmigo. Me dijo que había pensado ponerlo a subasta, pero no le parecía ético hacerlo sin comentármelo antes.

A mí lo que me sorprende es que haya gente interesada en eso. A mí, la verdad, esas cosas no me preocupan demasiado. Que quede muy claro que si firmé aquella servilleta fue para buscar una solución rápida y para que Jorge Messi no se llevase al chaval. Fue eso: para que se quedaran tranquilos, porque es verdad que había gente en el club que no lo tenía claro y así yo les tranquilizaba.

Yo no sabía ni dónde estaba la servilleta y resulta que la tiene quien era su representante. El tiempo dirá qué recorrido tiene el tema.

En cuanto al Barça y su recuperación en Vitoria, ya son dos victorias seguidas después de la decepción del día del Villarreal y la única manera de consolidar un estado de ánimo y una dinámica positiva es ganar partidos. Si el equipo va sumando puntos puede llegar al tramo más complicado, con visitas al campo del Athetic, el Atlético, el Madrid o el Girona, en disposición de competir la Liga.

Ya se ha visto que el Madrid tampoco es infalible y es normal que acuse las bajas. Y el Girona también ha bajado en el ritmo de puntuación que llevaba en la primera vuelta, con dos empates a cero en el último mes, ante Almería y Real Sociedad. El equipo de Míchel, por otro lado, sólo tiene la Liga, pero el Madrid tendrá que emplearse a fondo en la Champions.

Del Barcelona me gustó que recuperase su dominio del partido a través del juego en la media. Con Christensen de pivote, Frenkie de Jong, Pedri y Gündogan jugaron más liberados y dieron al equipo el tono que necesita. Con una media bien plantada, domina mejor.

También debo admitir que la decisión anunciada por Xavi tal vez sí esté dando resultado y quita presión. Yo pensaba que era un error, porque en fútbol pueden pasar muchas cosas. Ya se vio la temporada pasada, cuando el equipo no andaba bien pero acabó ganando la Liga, pero viendo el resultado igual ha surtido efecto.

Y también influye la suerte. El Barcelona la ha tenido de cara en estos partidos, mientras que en muchos otros le ha fallado. Y ya se vio en el derbi madrileño: la suerte que siempre tiene el Madrid la tuvo esta vez el Atlético.

Pero lo que está claro es que todo puede cambiar de un partido a otro. El Barça está ahora a ocho puntos; si no hubiese pasado lo del Madrid-Almería, estaría a cinco. Por lo tanto, hay vida. Ahora esta mejora, ese cambio de sintonía, será importantísimo consolidarla. El empujón definitivo sería trasladar este ‘clic’ a la Champions. Será un partido crucial.