Dagoberto Escorcia

Tengo amigos a los que les encanta cabrearse a altas horas de la noche o desahogarse insultando a los periodistas que son contrarios a sus colores futboleros, y suelen enviarme cortes de lo que consideran una barbaridad o un acierto. El comienzo del “Chiringuito” del domingo, sin duda, es de lo mejor que he recibido en mi whatsapp en años. Esos 30 segundos en silencio, y el pasarse el dedo por la boca del director del programa, Josep Pedrerol, indicando que mejor estar con la boquita cerrada son suficientemente explicativos y significativos de lo que vivió el Almería en el Bernabéu. Sí, Antonio García Ferreras, un robo en toda la regla al colista del campeonato. El director de “Al rojo vivo” prefirió atacar al entrenador del Barça, recordar al barcelonismo el “caso Negreira”, y meter en el baúl los favores que los árbitros hicieron al Madrid. Teniendo al Barça y al At. Madrid distanciados, mucho miedo debe estar sintiendo el madridismo con la campaña del Girona, que mantiene el liderato con el mejor juego de la Liga, y sin favores.

Ferreras podía haber optado por un comienzo similar al de Pedrerol, o por echar mano de uno de los tres himnos que entonan en el estadio merengue. De ese que habla de un “Madrid noble, caballero del honor, enemigo en la contienda, que cuando pierde da la mano sin envidias ni rencores, como bueno y fiel hermano”. Caballero del honor, jaja. ¡Cuánta mentira, Dios! Noble, dice. ¿Lo de Vinicius pegándole un manotazo en la cara a un defensa almeriense o marcando un gol con el brazo o la de todo el equipo celebrando un triunfo tan agónico como inmerecido? ¡Vamos hombre! Nobleza y caballero hubiera sido reconocer la verdad al árbitro. Calladitos estáis mejor.

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Calladitos, mejor

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23.01.2024

Dagoberto Escorcia

Tengo amigos a los que les encanta cabrearse a altas horas de la noche o desahogarse insultando a los periodistas que son contrarios a sus colores futboleros, y suelen enviarme cortes de lo que consideran una barbaridad o un acierto. El comienzo del “Chiringuito” del domingo, sin duda, es de lo mejor que he recibido en mi whatsapp en años. Esos 30 segundos en silencio, y el pasarse el dedo por la boca del........

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