Dagoberto Escorcia

Desde que Xavi anunció su marcha del club el próximo 30 de junio han surgido muchas preguntas, algunas de las cuales las respondió el propio técnico. Liberar a los jugadores de tensión, también a él mismo, a su familia, y como este club está dirigido por amigos, pues también sirve de parachoques a Joan Laporta y a su junta. Porque la crisis en la que está sumergido el Barça no solo es de resultados, ni de juego, también salpica directamente a los dirigentes. A un Laporta que hace muy pocos días declaraba su confianza en que el equipo iría a más, que estaba practicando el fútbol que gusta, y que acabaría luchando por la Liga, incluso habló de una conjura dentro del vestuario para sacar adelante los resultados. Nada de eso ha pasado. Todo se ha reducido a palabras, a promesas que, en el fútbol donde se imponen los hechos, resultan más que atrevidas.

Nada de lo que pasa es novedad en este club. Técnicos exitosos como Guardiola y Luis Enrique anunciaron su marcha en plena temporada. A ellos les pudo ser prisioneros del éxito. Koeman y Valverde fueron destituidos. Tito Vilanova, también en el grupo de los exitosos, lo apartó una desgraciada enfermedad. La marcha de Xavi, en cambio, se parece más a la de Martino, que incluso llegó a decir que no había dado la talla. O hasta recuerda las lágrimas de Josep Lluís Núñez en la previa de la final de la Copa de Europa de 1992 en Wembley, cuando comentó a Lluís Canut que convocaría elecciones y él no se presentaría. Muchos pensaron que lo hacía para restar presión al equipo. Fue otro el motivo. Núñez siguió porque el Barça ganó gracias a Koeman, otro ícono azulgrana que, como Messi y ahora Xavi, pasarán a la historia como víctimas de Laporta.

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El parachoques del presidente

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30.01.2024

Dagoberto Escorcia

Desde que Xavi anunció su marcha del club el próximo 30 de junio han surgido muchas preguntas, algunas de las cuales las respondió el propio técnico. Liberar a los jugadores de tensión, también a él mismo, a su familia, y como este club está dirigido por amigos, pues también sirve de parachoques a Joan Laporta y a su junta. Porque la crisis en la que está sumergido el Barça no solo es de resultados, ni de juego,........

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