Dagoberto Escorcia

Iré en contra de algunos buenos seguidores que tengo en ‘X’ pero sé que lo entenderán. Por una razón. Quiero que el Barça vaya bien. Y que a Xavi, que tiene el corazón azulgrana, que toda su familia es barcelonista, y que muchos seguimos añorando sus lecciones como centrocampista y capitán del equipo, obtenga éxitos, no fracasos, porque nos alegraría a todos, nos devolvería la satisfacción que sentimos en otros momentos no muy lejanos.

Todas las comparaciones son odiosas. Y seguir intentando comparar a Xavi con Pep Guardiola nos hace daño. Es lo mismo que seguir discutiendo sobre Jan Laporta, Sandro Rosell o Josep Maria Bartomeu, que vivió una pandemia y a unos jugadores que ningún otro presidente se habría atrevido a traspasar antes que a renovarles con contratos elevados.

Ya lo dijeron Tito Vilanova y Luis Enrique, que cualquiera comparación con Pep la perderían. La diferencia con Xavi Hernández es que no tiene a Messi, y una de las pruebas es que durante los dos últimos años, o mejor dicho, desde que el crack argentino fue echado del Barça, este equipo solo ha marcado un gol de falta. ¡Qué tristeza! Y eso hay que tenerlo en cuenta.

Sí, es verdad. Xavi hoy tiene excelentes jugadores, que pueden jugar diez minutos excepcionales como los últimos que ofrecieron contra la Real Sociedad la noche del pasado sábado. Pero que, al mismo tiempo, no pueden ofrecer ochenta minutos de pena. ¿Es la táctica? ¿La posición en la que Xavi los puso? ¿Se equivocó? La primera autocrítica la tiene que hacer Xavi. De él depende todo. La alineación y la táctica, y probablemente reconocerá que se equivocó el sábado buscando un equipo ofensivo. Salió cruz.

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La cruz y la autocrítica

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07.11.2023

Dagoberto Escorcia

Iré en contra de algunos buenos seguidores que tengo en ‘X’ pero sé que lo entenderán. Por una razón. Quiero que el Barça vaya bien. Y que a Xavi, que tiene el corazón azulgrana, que toda su familia es barcelonista, y que muchos seguimos añorando sus lecciones como centrocampista y capitán del equipo, obtenga éxitos, no fracasos, porque nos alegraría a todos, nos devolvería la satisfacción que........

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