Josep Maria Minguella

En Ucrania han echado al jefe militar, por algo será. En Gaza se espera un horror inmediato. Tengo esperanza en que todo se paralice, que entren en acción los que realmente mandan. Mientras, por una zona lejana, escucho que Qatar gana la Copa Asia. La dirige Tintín Márquez, que hace tiempo que ronda territorio por ‘Aspire’, que fue muy buen jugador y que practica el dominó siempre que puede. Felicidades a él y a su ayudante Luis García que echaron del Espanyol. No vi la final contra Jordania, pero algo insólito ocurrió. Los locales marcaron los tres goles de penalti, con VAR y demás técnicas. La cosa acabó con los futbolistas jordanos aplaudiendo al público por lo bien que lo habían hecho. Si esto pasa por aquella zona, ¿qué pensáis que puede ocurrir en otros lugares? Y no digo que los árbitros puedan ser influenciados, sólo me imagino la cara de los pacíficos jordanos. Y así sigue la historia.

En Madrid, a los pocos minutos de empezar el partido, un pinchazo me alcanzó por el golazo de Vinicius. Sigo sin entender que durante tantos años el Barça tuviese un agente para controlar Brasil y que este futbolista, Rodrygo y Militao estén en el equipo blanco y nosotros recién ahora hemos incorporado al prometedor Vitor Roque. Estas situaciones son las que suman a un lado u a otro y las que al final deciden los campeonatos.

Deco estuvo en el programa ‘Onze’ de Esport3 y los periodistas intentaron sacarle las características, y si era posible, el nombre del futuro entrenador. El director deportivo actual estuvo discreto, no fue muy explícito y como es lógico no dio ningún nombre. A mí se me ocurre qué hubiera pasado si García Pimienta hubiese seguido en el segundo equipo del Barça cuando llegó el nuevo presidente. Quizás podía haberse repetido la historia de Guardiola, de tener en la base al futuro entrenador del primer equipo. No conozco personalmente a Pimienta, pero la labor que está haciendo en un Las Palmas que estaba en Segunda desde hace muchas temporadas, es realmente elogiable, con futbolistas que tuvieron su momento de gloria pero que ya están en otra dimensión. En especial, los que fueron culés como Munir, Sandro y Mármol.

A los amantes del ADN Barça, que tantos propagan pero pocos consiguen explicar en qué consiste, quizás estarían satisfechos de encontrar en uno de los nuestros al futuro ocupante del banquillo. Acertar en el nuevo entrenador será clave para el buen funcionamiento del Barça, más ahora que es difícil fichar a jugadores y hay que mirar, como ha hecho Xavi, en la propia base del club. Nos quedamos a la espera.