Josep Maria Minguella

Siguen los desastres en Ucrania y, en especial, en Gaza sin reacción mundial para terminar con este drama. En Can Barça no llegamos en absoluto a este nivel pero sí hay preocupación por la irregularidad mostrada por el primer equipo en estos primeros meses de temporada. Ha pasado desde golear al Amberes y al Betis con ‘manitas’ claras a sufrir frente al Celta, ir perdiendo ante Mallorca y Granada, que está en la cola, ganar bien en Porto, sufrir futbolísticamente en San Sebastián aunque Araujo diese la vuelta al resultado y perder en Hamburgo frente al Shakhtar.

Este último resultado ha creado como un nerviosismo en la hinchada pero en especial en la directiva y en los alrededores de la Ciutat Esportiva. Aquí no se trata, en este momento, de cuestionar al entrenador porque es el mismo grupo que el año pasado ganó la Liga. Lo que ocurre es que las circunstancias, como en la vida, son cambiantes y lo que el año pasado se resolvió en muchos encuentros por una mínima diferencia de 1-0 y sin encajar, en esta temporada el equipo recibe muchos más goles, lo que complicada el resultado final.

En fútbol todas las opiniones razonables se pueden aceptar y escucho diversos argumentos para explicar esta realidad. En mi opinión, la campaña anterior Xavi y su staff adoptaron un sistema de cerrar con gente el mediocampo y buscar el primer gol. En muchas ocasiones, el sistema defensivo aguantó muchos partidos para terminar ganando por la mínima y quedarse con el título de Liga con gran satisfacción de la hinchada después de bastante tiempo de no conseguirlo.

En esta temporada, la llegada de Joao Félix hace que el equipo juegue con dos extremos a parte del ‘9’ de turno, normalmente Lewandowski. A partir de ahí hay más espacios en el centro del campo y los contrarios llegan con más facilidad a nuestra área. De ahí que el equipo haya recibido bastantes mas goles y se haya creado esta situación de inseguridad. Todo estos son razonamientos tácticos y de estrategia que no pueden cuestionar los servicios técnicos del club.

Una característica negativa de nuestra plantilla es que no tiene grandes goleadores y si Lewandowski está fuera de forma difícilmente aparecen otros que hagan ganar partidos y este juego tan sencillo y que tanto complican algunos se resuelve por el que hace más goles y recibe menos. Y ahí, también, el tener varios jugadores importantes en defensa hace que las alineaciones sean en mi opinión demasiado cambiantes, con centrales jugando de lateral que no dan más seguridad al sistema. Espero que tomen el rumbo adecuado y vuelva la sonrisa.