Josep Maria Minguella

Silencio sobre Ucrania. Dolor y muerte en Palestina. Por favor, que alguien acabe con todo esto...

Aquí, en casa, hace tres semanas que había preocupación con el juego del Barça y se acentuaba con ‘pseudonoticias’ internas de que todos confiaban en Xavi. Ya sabemos que cuando se dice “confiamos” más de uno empieza a temblar. Afortunadamente, llegó la jugada de Cancelo por el lado izquierdo corriendo la banda y al llegar cerca del área contraria, de tiro excelente de derecha, empató el partido frente al Porto y una luz iluminó todo Montjuïc: clasificación para Champions y a esperar al Atlético...

Y con el Atlético, algo parecido: 1-0, ya casi habitual, puntos y mucho oxígeno para la plantilla, para Xavi y para el club. Esperemos que esto siga así y que se abra una etapa de sólo mirar hacia arriba y confiar en lo que tenemos.

Esta semana, aparte del ‘donde dije digo, digo Diego’ del crack Rahm y los 500 millones del ala propiciados por el gestor de todo esto, el que fue gran golfista australiano Greg Norman, el doble golpe, esta semana, lo ha dado el Aston Villa ganando en tres días al City y al Arsenal. Birmingham no es una ciudad especialmente futbolera. Recuerdo la final Lazio-Mallorca de la Recopa con Cúper de entrenador, que ganaron los italianos por 1-0, pero con poco ambiente fubolístico. Sin embargo, ahora están terceros en la potente liga inglesa con Unai de ‘mister’ y, ¡oh sorpresa!, con Monchi de secretario técnico.

Unai fue el que nos metió 4 en Paris con el Saint Germain y el que recibió 6 en Barcelona con aquel gol decisivo de Sergi Roberto. Es un entrenador serio, que no hace declaraciones sin ton ni son y que acostumbra a realizar excelentes campañas con diferentes clubs. Para mí, la clave de este Aston Villa está en el director deportivo. Monchi hace años se tomó 6 meses de fiesta y fue a hacer un curso intensivo de inglés; así me lo dijo él mismo. Es la encarnación del especialista que consigue jugadores de poco nombre y gran rendimiento y que llevó al Sevilla a ganar diversas competiciones europeas. Ahora los andaluces están que se rompen a pedazos sin él y los del Aston tienen que abrir los ojos para creerse lo que ven. Estoy contento porque es la reafirmación de esta historia que siempre repito y -soy muy pesado- de que la dirección deportiva es clave en el buen funcionamiento de un club. Lástima que hace unos años, el presidente del momento nuestro no se decidiese a dar el “sí” a su fichaje. Monchi esperó, tuve que decirle “lo siento” y se fue a la Roma. Seguro que nos habríamos ahorrado una serie de fichajes carísimos y de escaso rendimiento. Tomen nota, por favor, y que Deco pueda seguir este camino. Lo necesitamos.

El año 1974 se jugó el Mundial en Alemania. Allí descubrimos a un central brasileño de madre española y nuestro club decidió ficharlo. Se trataba de Marinho. El gerente Carabén me envió a Brasil a negociar con el Santos. Llegué a Sao Paulo y de allí tomé un coche que me trasladó a Santos, que está a 100 km. de distancia. Nos reunimos en el estadio del club, un pequeño estadio de 15.000 plazas. Para mí era ir a la mejor ‘Catedral’ del mundo; allí estaba y había triunfado nada menos que Pelé y esto no se olvida. Más tarde, también salió de allí Neymar, que terminó viniendo a Barcelona siendo un figura. Ahora, el club Santos se ha ido por primera vez a Segunda División. Me caen lágrimas de desconsuelo, las mismas que debe sentir el amigo Pelé a los pocos meses de su desaparición. Dirigentes, arreglad esto: el Santos es y tiene que estar en Primera.

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Monchi, su Aston Villa y una historia culé

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11.12.2023

Josep Maria Minguella

Silencio sobre Ucrania. Dolor y muerte en Palestina. Por favor, que alguien acabe con todo esto...

Aquí, en casa, hace tres semanas que había preocupación con el juego del Barça y se acentuaba con ‘pseudonoticias’ internas de que todos confiaban en Xavi. Ya sabemos que cuando se dice “confiamos” más de uno empieza a temblar. Afortunadamente, llegó la jugada de Cancelo por el lado izquierdo corriendo la banda y al llegar cerca del área contraria, de tiro excelente de derecha, empató el partido frente al Porto y una luz iluminó todo Montjuïc: clasificación para Champions y a esperar al Atlético...

Y con el Atlético, algo parecido: 1-0, ya casi habitual, puntos y mucho oxígeno para la plantilla, para Xavi y para el club. Esperemos que esto siga así y que se abra una etapa de sólo mirar hacia arriba y confiar en lo que tenemos.

Esta semana, aparte........

© Mundo Deportivo


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