Josep Maria Minguella

Mientras siguen los desastres por el mundo, concretamente en Ucrania y por Gaza, aquí en Barcelona celebramos el tercer año del regreso al poder de nuestro presidente Laporta. Conocí a Jan hace ya muchos años cuando, junto a otros socios, puso en marcha el grupo Elefant Blau, que tenía como propósito tumbar a Núñez. Para ello, puso en marcha una moción de censura que llegó a tener casi un 40% de votos a favor. En el 2003, en unas elecciones muy concurridas con ocho precandidatos, Laporta y su grupo ganaron por distancia batiendo al favorito Lluís Bassat. Siempre quedará en el recuerdo el imposible fichaje de Beckham porque había firmado por el Real Madrid. Pero así son algunas elecciones. Has de ganar y las formas y los medios son importantes.

En su primer mandato, Jan tuvo dos épocas muy difíciles. Una que terminó con otra moción de censura en la que el 63% de los socios votaron a favor, es decir, de rechazo y otra época de éxitos deportivos de gran nivel y que aún están en la mente del socio culé. Eran otros tiempos. Ahora, Laporta concurrió a unas elecciones envenenadas en las que también supo mover sus mensajes más o menos ciertos. No es necesario recordarlos porque todos los tenemos en mente.

La situación que encontró el presidente al llegar al club era muy desfavorable y difícil. Con una plantilla de jugadores veteranos y unos contratos que no se podían pagar sin entrar en deuda y bancarrota. Esto ha provocado que el primer año tumbase a la leyenda Koeman por insuficiencia futbolística no achacable a él sino a la situación grupal. Se recurrió a Xavi que había sido el favorito de otro candidato y el de Terrassa, muy querido por la masa social, ha ido sorteando los problemas de una plantilla descompensada. Ganar la Liga y la Supercopa la pasada temporada dio oxígeno a todo.

Ahora, vamos a ver cómo termina esta temporada. Es difícil juzgar qué ha pasado porque sin posibilidades económicas, en el actual marco futbolístico mundial con grupos muy poderosos económicamente, luchar contra ellos es hacerlo con desventaja. Laporta le está poniendo toda la voluntad posible en una situación complicada, pero debo pedirle que informe al socio de lo que prometió al tomar posesión en cuanto a claridad de números, pagos, comisiones, etc. Que tenga suerte y cumpla con estas promesas y le aplaudiremos todos. Por muchos años Jan