Julián Redondo

A unas horas de la entrada de la primavera, Courtois dejó de tener motivos para celebrarlo. Se entrenaba con normalidad, pensando en que al día siguiente iba a probarse en un partidillo contra el Castilla; pero sintió un dolor tremendo en la rodilla derecha, la sana, y escuchó un crac, terrorífico e inconfundible. Entre lágrimas fue atendido por los médicos. Imaginaba que el 9 de abril sería titular contra el Manchester City y la fatalidad salió de nuevo a su encuentro. Después de casi ocho meses de rehabilitación, de recuperarse de una rotura de ligamento cruzado, de acariciar la reaparición, volvió a romperse. La lesión no es tan grave como la anterior, sólo es un menisco, pero le ha partido por la mitad, “¡porca miseria!”. ¿Tiempo en el dique seco? En el mejor de los casos, ocho semanas. Fin de temporada.

Cerca de él, Lunin y Kepa proseguían con la rutina, ajenos al drama del compañero. Pero en esto del fútbol, ya se sabe, la puerta que se cierra para uno es una ventana abierta para otros. A primeros de julio de 2018, alguien con mando en plaza y sobrada experiencia en el verde me dijo en una sobremesa: “Los futbolistas somos un poco hijoputas, estás en el banquillo, se lesiona un compañero, es tu turno, y no saltas porque te rompes los cuernos con el tejadillo”. Competencia, brutal y descarnada. A Lunin y a Kepa les dolerá la recaída de Thibaut, pero habrán tardado minutos musicales en revisar su futuro. Lunin tiene contrato hasta junio de 2025; la cesión de Kepa termina en junio de este año. Andriy y su familia seguro que ven ahora mucho más cercana la renovación. Si Arrizabalaga quiere continuar en el Madrid, mejor ahora. Son futbolistas, son humanos, son competidores y no cabe disimulo.

QOSHE - Porca miseria - Julián Redondo
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Porca miseria

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21.03.2024

Julián Redondo

A unas horas de la entrada de la primavera, Courtois dejó de tener motivos para celebrarlo. Se entrenaba con normalidad, pensando en que al día siguiente iba a probarse en un partidillo contra el Castilla; pero sintió un dolor tremendo en la rodilla derecha, la sana, y escuchó un crac, terrorífico e inconfundible. Entre lágrimas fue atendido por los médicos. Imaginaba que el 9 de abril sería titular contra el........

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