Julio Salinas

Exjugador

El Barcelona Open Banc Sabadell-Trofeo Conde de Godó coronó su 71 edición consolidando su posición como torneo tenístico referencial gracias a una perfecta combinación de solera y frescura. En sus pistas de tierra batida, el noruego Casper Ruud se sumó, como 43º ganador, a una superélite de campeones que desde 1953 ha inscrito en el RCT Barcelona-1899 nombres de auténticas leyendas de la talla de Emerson, Nastase, Borg, Lendl, Wilander y los españoles Santana, Gimeno, Gisbert, Orantes, Emilio Sánchez Vicario, Carlos Costa, Albert Costa, Mantilla, Ferrero, Moyà, Robredo, Rafa Nadal y Alcaraz. De hecho, la de este domingo fue la tercera final sin representación española en los últimos 27 años, lo que no restó brillo a un torneo con un cuadro y una final que, por ejemplo, enfrentó a los mismos tenistas que en el Masters 1.000 de Montecarlo. Esta vez se llevó el triunfo el número 6 del mundo, Ruud, frente al griego Stefanos Tsisipas, que perdió su cuarta final en el torneo. Claro que, para su consuelo, hay que decir que eso le pasó a otros grandes de la raqueta como el mismísimo Guillermo Vilas o el propio David Ferrer. Sin dejar de apuntarse un solo set en el torneo, Ruud celebró “el éxito más grande” de su carrera, en un torneo que continúa enganchando como pocos.

Uno de los grandes nombres de la raqueta, Garbiñe Muguruza, anunció esta semana tan tenística su adiós a la competición. Lo hizo con apenas 30 años, con el deseo de formar una familia y el legado de un talento que le permitió ganar dos Grand Slam como Roland Garros 2016 y Wimbledon 2017 a las dos hermanas Williams, además de ser por momentos una número uno planetaria. “Mi historia ha sido fantástica”, explicó con esa simpatía que la caracteriza Garbiñe. Su marcha a esa edad confirma lo exigente que es la élite. Ahora toca desearle una vida feliz haga lo que haga.

Ryan García, púgil estadounidense de origen mejicano, dio una imagen antes de su pelea, lamentable, y otra en el cuadrilátero, ganadora: fue al pesaje pasado de kilos y allí se tragó una cerveza como si nada; después infligió la primera derrota al campeón mundial del superligero CMB Devin Haney. No le hizo campeón, pero parece feliz por el eco obtenido.

Los Juegos Olímpicos merecen más respeto por parte de quien debe cuidar de ellos. Se ha sabido que en Tokyo, en 2021, 23 nadadores chinos compitieron y ganaron 6 medallas tras dar positivo por dopaje. Lo que chirría completamente es que se diera por buena la excusa de las autoridades chinas: fue por una comida. La AMA ‘tragó’ con esto.

Hay noticias que nunca hubiéramos querido leer, inasimilables por su tremenda crudeza y la juventud de su protagonista. La gimnasta María Herranz, que representó a España en el Mundial de Gimnasia en Trampolín en noviembre, falleció a los 17 años y en apenas 24 horas a causa de una meningitis. Descanse en paz.