Julio Salinas

Exjugador

La perseverancia, la paciencia y la pasión por el fútbol tienen a veces recompensa. Mucho le tenía que gustar este deporte a Bartolomé ‘Tintín’ Márquez para que a sus 62 años estuviera dando vueltas por el mundo como entrenador alejado del foco mediático. Tras coger las riendas del Europa, de varias categorías del fútbol base y del primer equipo del Espanyol (donde también fue segundo de Miguel Ángel Lotina y Ernesto Valverde) y del Castellón, se ganó un respeto en Bélgica en el KAS Eupen y en el Sint-Truidense y experimentó la aventura exótica de ser director técnico de Irak antes de conectar con el fútbol de Qatar al frente del Al-Wakrah Sport, club que ascendió a la máxima división qatarí. Allí estaba trabajando bien valorado y tranquilo cuando Carlos Queiroz dejó en diciembre el cargo de seleccionador de Qatar a las puertas de la Copa Asia en la que era el país anfitrión. Le ofrecieron el cargo y aceptó el reto un 6 de diciembre. Apenas dos meses después, Qatar se proclamó campeona tras derrotar 1-3 a Jordania en una final que decidió Akram Afif (ex Villarreal y Sporting) con tres goles de penalti.
Qatar revalida el título logrado en 2019 con otro técnico español, Félix Sánchez Bas. Y ‘Tintín’ Márquez, con Luis García (ex Espanyol) como ayudante, recibe un reconocimiento internacional merecido.

Gran noticia para el baloncesto, para el deporte y, especialmente, para la persona. Ricky Rubio, que en agosto inició un paréntesis en su carrera por problemas de salud mental, ya ve la luz al final del túnel y ha sido inscrito por el Barça en la ACB y en la Euroliga, quedando vinculado al club de manera contractual hasta final de temporada. Ya llevaba un par de semanas entrenándose con el equipo de Roger Grimau y el siguiente paso será verle jugar de azulgrana 12 años después y tras un brillante paso por la NBA. Pero para eso nadie tiene que tener prisa. Tampoco Ricky. Disfrutará y disfrutaremos todos cuando llegue el momento.

Siempre ha habido infracciones en el fútbol al límite de la roja, un castigo en ocasiones excesivo. Veo bien la tarjeta azul que propone la IFAB (International Football Association Board, órgano encargado de dictar las reglas del fútbol), con sanción de diez minutos. Estará antes a prueba y habrá que pulirla, pero puede ser una solución.

La suspensión cautelar a Mo Katir por parte de World Athletics por no estar localizable en tres controles antidopaje ha sido un duro golpe para el atletismo español, que ve peligrar el concurso de una clara opción de medalla en los JJ.OO. de París. Él dice que algunas localizaciones estaban equivocadas y se va a defender.

Habría que parar los Enhanced Games, los Juegos Mejorados, en los que se permite competir dopado por dinero. Al nadador australiano James Magnussen (32 años), retirado en 2019, le pagarán un millón de dolares por batir el récord del mundo de los 50 metros libres. La salud vale más que una marca ilegal. La idea, claro, de un multimillonario ocioso.