Lluis Canut

Hace poco más de un mes que se cumplieron veinticinco años de aquel ruego desesperado del bueno de Luis Moya a Carlos Sainz cuando el Toyota Corolla quedó totalmente parado a cuatrocientos metros de la meta, por una fuga de aceite, en el RAC de Inglaterra que les impidió coronarse por tercera vez campeones del mundo de rallies. No es que el Barça de Xavi se encuentre en una situación tan límite como aquella, protagonizada por un culé y un madridista, pero sí que se trata que a la vuelta del paréntesis navideño, en su tercera temporada al frente de la nave blaugrana, alguien que personaliza como pocos el modelo de La Masia, sea capaz de dar con la tecla del buen juego que debería conducir a los buenos resultados.

La primera parada de este Vía Crucis hacia la gloria será en territorio canario, donde el jueves próximo se visita a la UD Las Palmas de Javi García Pimienta, un ex jugador de la casa, que pasó como técnico por todas las categorías del futbol base y se quedó a las puertas del primer equipo, superado por la figura legendaria de Koeman, un año antes de recibir inesperadamente la carta de despido para hacerle un hueco a Márquez en el banquillo del filial barcelonista. Para afrontar posteriormente el primer título de la temporada, la Supercopa de España en Arabia Saudí, con un primer duelo en semifinales contra Osasuna, y una posible final en el horizonte contra el Real Madrid, si los del recién renovado Ancelotti, superan en el primer partido de la competición contra el Atleti.

Con el joven Vitor Roque en Barcelona y esperando que en el mercado de invierno llegue ese refuerzo que dé vigor al centro del campo, en el que se estrellaron en temporadas anteriores los Paulinho, Arturo Vidal y Kessié, van a tener que ser los más experimentados los que tiren del carro y sean examinados con lupa por el cuerpo técnico y una afición más paciente de lo que históricamente siempre ha sido. Los deberes encomendados al ‘Tigrinho’ en su primer día en los entrenamientos por parte de Xavi: “Solamente te exigiré que te entregues al máximo en la recuperación de la pelota”, son más que significativos, cuando van dirigidos a un delantero acostumbrado a ser exigido por el numero de goles marcados y no en su esfuerzo defensivo. Algo que se ha repetido históricamente en can Barça y de lo que solía quejarse Rexach de Marinus Michels, cuando ‘Míster Mármol’ le exigía entrega defensiva. “A mí siempre me habían dicho que es el lateral el que debe marcar al extremo y no al revés”, se lamentaba el bueno de Charly, cuando veía escrito en su lugar el nombre de Pérez, un rudimentario futbolista al que el entrenador llegó a decir que era “una fuerza de la naturaleza”, llegado del Mallorca, también, en un mercado de invierno.

No sé que me da o que Lewandowski se pone las pilas, o puede que sea uno de los damnificados en esta cambio de actitud de un entrenador desgastado por tantas excusas, que encubrían de su alarmante baja forma a unos futbolistas que quedarán en descubierto si su rendimiento no es el adecuado y el del polaco por lo que cobra y cobrará, si continúa, es de los más amenazados y más con Vitor Roque al acecho