Lobo Carrasco

1 TEMOR A ENCAJAR EL PRIMER GOL.

El Valencia sabía que el Barça venía tocado mentalmente del Girona y Amberes, en el primer minuto casi consigue que la pesadilla de encajar un gol temprano, se repitiese. Iñaki Peña ahuyentó los fantasmas de encajar a la primera realizando un despeje abajo de Yaremchuk. Mestalla se frotó las manos mientras los blaugrana pasaron a recuperar el plan de partido.

El encuentro era para valientes pero entre las bajas del conjunto Che y la baja forma del conjunto azulgrana, los dos equipos firmaron un primer tiempo por debajo de sus calidades. El duelo continuó con los de Xavi elaborando mejor fútbol y poniendo en funcionamiento las bandas. Por dentro De Jong, Pedri y Gündogan fabricaban, por fuera Raphinha, Cancelo y Balde tenían protagonismo.

El peor parado fue Joao Félix al no poder eliminar a Thierry Correia. Muy poco desequilibrio y por lo tanto, poca ventaja para sus compañeros. El equipo iba creciendo pero el portugués, no.

2 LEWANDOWSKI Y MAMARDASHVILI.

En el aspecto rematador, Robert Lewandowski volvió a parecerse al del Bayern y Borussia. Le faltó ser más determinante ante el gran héroe del partido: Giorgi Mamardashvili.

Al Valencia lo movía Pepelu con Guillamón cerca en un 4-4-2 sin la profundidad que alcanza cuando Gayà juega. Araujo cerró muy bien los intentos de volver a pisar área blaugrana de Hugo Duro y el mencionado Yaremchuk y el Barça fue ganando balón, terreno a falta de romper el incómodo 0-0.

Y llegaron las oportunidades para el goleador polaco pero siempre opacado por las respuestas del meta georgiano. Volea, picada o anticipación al defensa (Diakhaby o Mosquera) fueron repelidos por el buen momento del meta local. Se salvó el Valencia de irse al descanso con más deberes.

3 EL BARÇA ES EL DEL SEGUNDO TIEMPO.

En la segunda parte vimos una marcha más en el Barça y la calidad de Frenkie De Jong para alegría del equipo y de Xavi.

Todos los compañeros del holandés se impregnaron de la verticalidad y ritmo de juego del ‘todocampista’ azulgrana y rumbo al área rival encararon. Centros de Raphinha, servicios de Balde y Cancelo; demasiado olor a gol blaugrana. Y llegó el que pareció la liberación definitiva aunque quedase tiempo para finalizar el partido. Minuto 55, De Jong mete un pase aéreo de lujo con el exterior de su diestra y Raphinha no tiene más remedio que presentar el ansiado gol a Joao Félix. No se fue para atrás el Barça pero sufrió un revés inesperado.

Con el partido bien controlado y la agradable sensación/ambición de ir a por el segundo, Guillamón cogió una pelota sin dueño en la media luna del área y la clavó en la escuadra de Iñaki Peña. Ni el gran vuelo del meta pudo desviar esa venenosa pelota.

Golpe psicológico porque desde ahí el Valencia firmó el punto pasando a defensa de 5 atrás y con el resto del equipo, cambios incluidos, refugiados cerca del área a la espera de coger alguna contra. Balón para los de Xavi, oportunidades perdidas para Raphinha y Ferran Torres recién entrado a su ex estadio.

Punto de rabia final de un FC Barcelona que recuperó la imagen aunque la realidad sea que existe peligro de quedar descolgados. Sólo consiguiendo ganar diez partidos seguidos pueden apretar la cabeza.