Lobo Carrasco

E1 PRIMER TIEMPO REGALADO.

El Barça entró al partido queriendo poner el primer balón a la cabeza de Araujo, estrategia para quitarse los deficientes arranques recientes más allá de sorprender, pero a los 5’ minutos ya vimos cuál era el enemigo psicológico de muchos jugadores azulgrana: el terreno de juego. El Shakhtar se adaptó, el F.C.Barcelona no hasta que Xavi les habló en el descanso.

El equipo blaugrana venía de ganar en Anoeta sólo en el marcador y en Hamburgo tampoco encontró su fútbol. Los de Pusic consiguieron dejar a los de Xavi sin profundidad, sin regate y sin remates a puerta en un primer acto resuelto con un gol ‘made in Can Barça’ por parte del conjunto anfitrión: ‘trescientos’ toques iniciando y elaborando, un excelente pase -de lado a lado del campo- enviado por Sudakov al lateral diestro Gocholeishvili con remate aéreo final de Sikan.

Los cambios y la frescura física realizados por Xavi, en el once inicial, no produjeron alegría futbolística. Muchos jugadores estuvieron quitándose hierba de las botas incluso con la pelota en juego. Inadaptación = ventaja para los adversarios.

2 MAL NEGOCIO SENTIRSE CLASIFICADO.

Faltaba un punto para la clasificación matemática (aunque la mayor finalidad ha de ser ganar siempre si llegas al F.C.Barcelona) y la sensación conjunta fue que no pasaría nada negativo ayer.

Ante la táctica de concedernos la pelota y defender juntos la formación 1-4-4-2, los azulgranas no fueron capaces de ganar duelos individuales ni meter un ritmo de pelota que pusiera en problemas a Bondar, Rakitskiy, Stepanenko, el resto de defensas. Para el meta Riznyk, un partido increíblemente plácido.

Con el Barça incómodo mental y ofensivamente, la alineación de Lewandowski, Ferran y Raphinha quedó en ataques vacíos. Dominio de pelota por parte de Araujo/Christensen, Oriol Romeu, Gavi y Gündogan pero sin protagonismo ofensivo para Cancelo ni Marcos Alonso. El brasileño Newerton y el zurdo Zubkov bajaban hasta juntarse con su respectivo lateral y, por fuera, el Barça se quedó tan seco de fútbol como por dentro. Sólo algún intento de Gündogan, aunque sin pase final certero, produjo inquietud en área local. Mandaba el Barça pero la realidad es que controlaba el Shakhtar.

3 XAVI QUERÍA OTRO PARTIDO.

El técnico blaugrana transmitió tanta fe como confianza a su once en el descanso pero a los 12’ minutos del segundo tiempo (en el 58’) dijo ¡basta! Cuatro cambios de golpe y a ver si alcanzaba para ver otro partido diametralemnte diferente al que estaba soportando. Al final, también tuvo que entrar Fermín.

Antes de ese último cambio, los minutos más atrevidos del Barça gracias a incrementar el ritmo de balón. Fue el único pasaje en el que el olor a gol estuvo más cerca gracias al uno contra uno de Lamine y el de Joao Félix con Pedri intentando hilvanar juego y el pase final sin lograr lo segundo. Luego, dos ocasiones claras para el Shakhtar bien solucionadas por Ter Stegen casi a quemarropa.

En la recta final el equipo ucraniano tiró de oficio para perder tiempo (y recuperar fuerzas) mientras nuestros remates no consiguieron inquietar a Riznyk.

Concluyendo, De Jong es la clave de esta evolución estancada y el porqué es porque el fútbol del holandés hace más buenos a sus compañeros.