Lobo Carrasco

1ELABORACIÓN LENTA

Barça y Villarreal saltaron al césped intentando no meterse en problemas defensivos. Los azulgrana teniendo la pelota, el equipo amarillo procurando no cometer errores técnicos. Inició el duelo mejor el Barça pero fue de más a menos en este desesperante primer tiempo.

Y escribo desesperante porque el juego de construcción resultaba tan tardío como previsible. Sólo Lamine mantuvo la intimidación, inventando regates, pero siempre por su calidad individual. Koundé no ‘leía’ el fútbol del extremo y los de Marcelino pudieron mantener el orden atrás.

Precisamente Lamine y Joao Félix fueron los que probaron a Jörgensen mientras Lewandowski siguió errático fuera y dentro del área rival. Cuando el equipo visitante decidió empezar a estirar las líneas, se dio cuenta de que podían lograr más que empatar. Con tres atacantes, Gerard Moreno, IIias y Sorloth, llevaron/llegaron los fantasmas al área blaugrana. Gol anulado y, minutos después, gol legal facturado por Gerard Moreno. Ese fue el espléndido resultado de las tres aproximaciones al área de Iñaki Peña.

En el 0-1, minuto 41’, Xavi ya estaba pensando en cómo y con quiénes revolucionar al equipo.

2. El Barça dispara la euforia

Con Cancelo, Cubarsí y Pedri, los blaugrana hicieron el partido que pedía la afición. Cogieron la pelota, jugaron a más velocidad y, entonces sí, vimos un fútbol de equipo campeón.

Cubarsí iniciaba limpio, Pedri aceleraba el pase en el tres/cuartos de campo y hasta Gündogan se transformó. Para sí, diría –¿he vuelto al City?–. Y la maquinaria empezó a funcionar, la pelota rodaba rápido, Lamine podía recibir y encarar directamente a Alberto Moreno (hasta que lo cambió Marcelino) y el trabajo para Bailly, Cuenca, Coquelin, Comesaña y resto de jugadores comenzó a complicarse. Pese al 0-2 encajado en un regalo de Cancelo a IIias Akhomach, aquel fútbol del Barça podía obrar cualquier resultado. Y se dio la gran remontada porque la velocidad y el ritmo de juego y presión eran los soportes para creer. Montjuïc tampoco entregó la cuchara y con el gol de Gündogan, buen zurdazo interior, se desató el equipo de Xavi.

3. Descosidos

En menos de 12’ minutos el conjunto blaugrana le dio la vuelta ya con Ferran también sobre el césped.

Primero Pedri hizo el 2-2, tres minutos después, en el 71’, Araujo entró de cabeza con todo y Bailly cerró los ojos y se metió el gol en propia puerta. Brutal respuesta de fútbol y goles lastimosamente manchada por lo que vimos a continuación. Un enorme pena final viendo el notable partido de Lamine, Cubarsí, Gündogan y Pedri.

El Villarreal estaba hundido en su propio campo, a merced del Barça, y Marcelino decidió poner más músculo defensivo para detener la hemorragia con Mosquera y Capue. Bajó el ritmo mental y de pelota blaugrana y llegó lo inesperado cuando Guedes y Morales (dos velocistas) entraron para contragolpear. Mazazo al esfuerzo con el 3-3 del propio Guedes y derrota cruel cuando Sorloth aprovechó un lío defensivo en área azulgrana. Iñaki Peña estaba desbordado en esos minutos finales de partido.

El Barça fue a por el cuarto y se encontró el quinto gol amarillo (obra de Guedes) facturado por Morales. El partido como la temporada: fases espectaculares, minutos dolorosos por la reiterada fragilidad defensiva.

QOSHE - Elaboración lenta - Lobo Carrasco
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Elaboración lenta

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28.01.2024

Lobo Carrasco

1ELABORACIÓN LENTA

Barça y Villarreal saltaron al césped intentando no meterse en problemas defensivos. Los azulgrana teniendo la pelota, el equipo amarillo procurando no cometer errores técnicos. Inició el duelo mejor el Barça pero fue de más a menos en este desesperante primer tiempo.

Y escribo desesperante porque el juego de construcción resultaba tan tardío como previsible. Sólo Lamine mantuvo la intimidación, inventando regates, pero siempre por su calidad individual. Koundé no ‘leía’ el fútbol del extremo y los de Marcelino pudieron mantener el orden atrás.

Precisamente Lamine y Joao Félix fueron los que probaron a Jörgensen mientras Lewandowski siguió errático fuera y dentro del área rival. Cuando el equipo visitante decidió empezar a estirar las líneas, se dio cuenta de........

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