Lobo Carrasco

1.FERRAN NO PERDONÓ EL GRAVE ERROR LOCAL

Otra puesta en escena traumática del Barça; esta vez ante Unionistas.

Unos pases, un desmarque interno/vertical de Rastrojo y menos mal que el derechazo no lo propinó con el interior para alegría de Iñaki Peña porque aún estaba ajustando los guantes.

La cara de Xavi lo decía todo y la de los jugadores, sobre todo Koundé realizando una pésima defensa al dejar libre el pasillo de entrada al delantero, también.

Los blaugrana fueron recomponiendo el juego dirigidos por De Jong pero el equipo mostraba dos problemas, reales y de sensaciones: nadie eliminaba adversarios regateando (Joao Félix desconocido); y defendiendo cada aproximación del conjunto de Ponz olía a peligro rematador.

Muchos centros de Ferran desde banda derecha, menos de Balde desde la izquierda y Marc Guiu intentando cazar alguno. Al fin tocó uno tras envío de Félix pero Iván Martínez, portero local, despejó el gol en línea de meta.

Mucho dominio blaugrana, partido en campo adversario y golazo de Varo Gómez en el 31’. Irrumpió con absoluta soledad en la zona Balde, el segundo poste, y puso a su afición en pie. Los fantasmas flotaron en las mentes del equipo azulgrana pero Ferran Torres los ahuyentó antes del descanso.

Todos menos el meta Martínez fueron a por el segundo gol y Ferran los retrató. Alivio camino al vestuario pero con Xavi, lógicamente, preocupado.

2. ENCONTRANDO EL JUEGO PUEDE DESATARSE EL GOL

Está claro que el equipo azulgrana necesita jugar mejor para sentirse más fuerte; sobre todo mentalmente.

Tener a jugadores tanto tiempo por debajo de su nivel es un lastre, contaminante, porque está perjudicando muchísimo al equipo. El Barça puede vencer por ritmo/velocidad de balón pero no por contundencia física. Ergo, la receta colectiva debería ser ésta: si el balón va rápido, ni un Usain Bolt llegará a quitarnosla.

A Cuartos y a recuperar el nivel individual además de tomar decisiones sobre el césped. El guía es Xavi pero manda quien tiene la pelota

3. KOUNDÉ Y BALDE SE REDIMEN

Los dos fallaron en el 1-0 local y los dos rectificaron en este segundo tiempo.

Estaba claro que había que tomar decisiones sobre el césped más allá de las indicaciones que proponía ejecutar el técnico blaugrana. Y ahí estuvo la clave porque Koundé cogió permiso para ir hacia arriba y Balde para dejar de hacer lo que no le da resultado, las asistencias.

Con el joven central Cubarsí y las posteriores entradas de Pedri, Lewandowski y Gündogan, el Barça fue creciendo mientras Uninonistas perdían físico y llegada.

Jules Koundé fue quien rompió la monotonía de guion de partido asomándose a tres/cuartos de campo y soltando un derechazo ganador. Ahí se soltó el equipo y todos empezaron a ser mejores futboleros. No podían pisar área sus compañeros -con garantías de remate- y el central francés sorprendió desde la media distancia. Esa no estaba en la pizarra local.

Y para sentenciar el duelo, Balde aprovechando su velocidad para plantarse ante Martínez y finiquitar la eliminatoria con un zurdazo de abajo hacia arriba. Hay que tomar decisiones propias para escapar de la monotonía.

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Ferran no perdonó el grave error local

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19.01.2024

Lobo Carrasco

1.FERRAN NO PERDONÓ EL GRAVE ERROR LOCAL

Otra puesta en escena traumática del Barça; esta vez ante Unionistas.

Unos pases, un desmarque interno/vertical de Rastrojo y menos mal que el derechazo no lo propinó con el interior para alegría de Iñaki Peña porque aún estaba ajustando los guantes.

La cara de Xavi lo decía todo y la de los jugadores, sobre todo Koundé realizando una pésima defensa al dejar libre el pasillo de entrada al delantero, también.

Los blaugrana fueron recomponiendo el juego dirigidos por De Jong pero el equipo mostraba dos problemas, reales y de sensaciones: nadie eliminaba adversarios regateando (Joao Félix desconocido); y defendiendo cada aproximación del conjunto de Ponz olía a peligro........

© Mundo Deportivo


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