Lobo Carrasco

1.

Más orden, mejor rendimiento.

Viendo el once de Xavi, los ojos se fueron enseguida al puesto de mediocentro. Allí estaba Andreas Christensen, el central danés encargado ante el Alavés de poner más orden y buenas posiciones, internas, para que De Jong se moviese por donde venía el fútbol. También Gündogan y Pedri se vieron favorecidos por el acierto táctico al poder situarse más cerca del área local.

El partido comenzó con balones largos del Glorioso a la zona Cancelo para que Sola metiese centros a Samu Omorodion o Guridi. El Barça tardó unos minutos en reaccionar y gobernar el duelo pero a medida que fue afinando controles y pases, se vio la diferencia técnica. Faltaban desmarques para complicar la zona a Rafa Marín, Tenaglia, Duarte o a Javi López, concentrado en parar a Lamine Yamal. Con Pau Cubarsí tocando bien desde atrás y Gündogan con Pedri salvando la oposición de Blanco, Guevara, Sola y Rioja, los de Xavi enfocaron su juego hacia el área de Sivera.

2. Calidad de los pasadores.

Una de las grandes virtudes es saber presentar la pelota al compañero; sobre todo, eligiendo si es zurdo o diestro como son la mayoría de futbolistas. En el primer gran desmarque de Lewandowski lo pudimos comprobar: Gündogan se acerca a la media luna del área y cuando Robert decide ir por fuera en vez de por dentro, ¡zas!, allí se la envió. Control y picada del polaco para fastidio del meta Antonio Sivera. Minuto 22’, 0-1, pero lo mejor fue volver a ver al goleador de la temporada anterior.

El Alavés quería regresar a campo blaugrana porque recordaba que, presionando alto, le fue mejor cuando inició el partido. El Barça siguió dominando pero concedió una que casi le cuesta el empate en un grave error de marca de Koundé. Dejó suelto a Guridi pero Iñaki Peña evitó el lamento. Al descanso con mucho por hacer en el segundo tiempo.

3. El Barça. más cerca de reencontrarse.

Querían más goles los de Xavi y reiniciaron el duelo con fútbol y la presión más alta. Con Fort por el ‘tocado’ Cancelo en banda izquierda, el equipo encontraba con frecuencia a Lamine y jugaba bien por dentro con Pedri, De Jong y Gündogan (Christensen siempre mirando de no quedar lejos de ellos ni de los centrales). Parecía perfecta la sintonía cuando, en otro error de marca de Koundé, Luis Rioja llegó completamente solo pero pifió el zurdazo.

Mientras Mendizorroza se echaba las manos a la cabeza, llegó el segundo del Barça. Pedri aguanta la pelota en área rival, Gündogan le tira el desmarque al segundo poste y ¡bum!, derechazo perfecto en el 49’. Fue el premio a una gran acción colectiva seguido del disgusto inesperado: acción de Sola salvando la marca inocente de Fort (lo tenía que haber bloqueado) para proporcionar el cabezazo al potente Samu. Araujo fue a tapar el centro y eso le condenó en el 1-2. Con el estadio en plena ebullición, el cambio del partido: Vítor Roque dentro para pasar a formar Xavi con un extremo y dos delanteros centro. Jugaba mejor el Barça pero el numerador apretado cuando el brasileño volvió a aparecer. Segunda gran acción de toques blaugrana y Fort le pone la pelota para que Vitor rematase suave, de zurda, con veneno mortal al ir raso y al lugar que no cubría Sivera. El magnífico 1-3 empañado por una expulsión impropia de un colegiado que premió la destrucción y castigó al espectáculo. Más cambios, más balones aéreos al área azulgrana y triunfo final con Lamine ‘comprando’ tiempo y protagonismo. Están de vuelta.

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Más cerca de reencontrarse

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04.02.2024

Lobo Carrasco

1.

Más orden, mejor rendimiento.

Viendo el once de Xavi, los ojos se fueron enseguida al puesto de mediocentro. Allí estaba Andreas Christensen, el central danés encargado ante el Alavés de poner más orden y buenas posiciones, internas, para que De Jong se moviese por donde venía el fútbol. También Gündogan y Pedri se vieron favorecidos por el acierto táctico al poder situarse más cerca del área local.

El partido comenzó con balones largos del Glorioso a la zona Cancelo para que Sola metiese centros a Samu Omorodion o Guridi. El Barça tardó unos minutos en reaccionar y gobernar el duelo pero a medida que fue afinando controles y pases, se vio la diferencia técnica. Faltaban desmarques para complicar la zona a Rafa Marín, Tenaglia, Duarte o a Javi López, concentrado en parar a Lamine Yamal. Con Pau Cubarsí........

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