Mònica Planas

Este martes en el ‘Sense ficció’ de TV3 estrenaban ‘Les del críquet’. En el documental, conocemos a Aliza, Aneesa, Muskan, Samaia, Simranjit, Tasbiha, Shahbaz y al resto del equipo de Críquet Jove BCN, el único de críquet once femenino en España. Tienen entre 15 y 25 años, provienen de familias originarias del Pakistán o la India, pero todas han crecido, viven, estudian o trabajan en Catalunya.

El documental empieza con el arranque del primer entrenamiento de la temporada. Las vemos preparar con ilusión su bolsa de deporte. ‘Les del críquet’ es una historia de empoderamiento femenino que no fabrica una épica impostada por el deseo de romper moldes de las protagonistas, sino que prefiere fijarse en los detalles. Es también un retrato con perspectiva de género y sin indulgencia sobre la inmigración y la convivencia en una nueva cultura que también es la suya. Es la vida con los matices y las complejidades de una doble cultura. El propio documental construye un relato coral que se esfuerza por romper estereotipos. Lejos de mostrarnos un equipo femenino homogéneo que tiene el críquet como nexo común, prefiere enseñarnos la diversidad existente dentro del equipo. El deporte es la excusa que las une.

Hay una preocupación por mostrar sus personalidades, con realidades y cotidianidades distintas. Todas ellas conviven a diario con la sensación de discriminación, por múltiples motivos. El inicio es demoledor a la hora de explicar hasta qué punto las condiciones para practicar deporte son precarias. No se trata solo de que sus familias fueran reticentes a permitir que practicaran deporte. Se trata también de que tampoco disponen de muchas posibilidades en un deporte tan minoritario. Tienen un horario nefasto de entrenamiento, las instalaciones están pensadas para el fútbol, no existen contrincantes, no disponen de material y cuando lo tienen no es de su talla… Y, a pesar de todo, siguen queriendo jugar a críquet: “Cuando juego soy como un pájaro libre y me olvido de lo que me preocupa”.

El documental asiste al proceso de creación de la selección española femenina de críquet. Las compañeras de equipo se convierten en rivales para formar parte del equipo. “Representamos a un país donde no hemos nacido” dice una de ellas, mostrando una de las muchas contradicciones que experimentan en su día a día. Pero lo bonito es cómo todas ellas usan el deporte como hilo conductor sobre el que tejer sus vidas y sus ilusiones.