Mònica Planas

La alegría merengue se hacía evidente ayer en el arranque de los informativos deportivos, y no solo en la selección de imágenes y los planteamientos narrativos sino también en el tono. Una euforia que iba más allá del pase a semifinales y de remontar una eliminatoria. Era un entusiasmo vinculado también a la derrota de Guardiola. Y es que, en los encuentros del Real Madrid contra el Manchester City, Pep es el valor añadido, el intruso a batir, porque la mera trascendencia deportiva y simbólica del técnico hace que ganarle signifique llevar la victoria a un nivel más elevado.

Es habitual (y este mes lo hemos vuelto a constatar) que, en los días previos a los encuentros, los informativos pongan la lupa sobre él. Recuperan gestos y declaraciones donde el técnico se muestra combativo, audaz y con ganas de pinchar sutilmente a los adversarios. Las insinuaciones, indirectas e incluso sus dobles interpretaciones son tomadas por los informativos como provocaciones y ofensas. Pero hay algo que aún les fascina más, y es cuando Guardiola se muestra dócil y humilde. Entonces, los desarma.

Ayer jueves, los informativos ponían el foco en la deportividad conformista de Pep después del partido. Manu Carreño en Cuatro loaba: “Con la cabeza alta y diciendo ‘¡Qué manera tan cojonuda de perder!’” y el vídeo destacaba las frases donde Pep aceptaba la derrota. La locución subrayaba en dos ocasiones la resignación del entrenador del City. En Jugones, en laSexta, Pedrerol primero puso énfasis en la imagen de Pep antes de empezar la rueda de prensa, silencioso y con la mirada perdida: “Estaba muy tocado, muy pensativo” remarcaba el presentador. Ese abatimiento incrementaba el valor de lo que venía a continuación. Pedrerol lo elogiaba: “Ayer no hubo excusas. Guardiola estuvo elegante en rueda de prensa. ¡Estuvo elegantísimo!” recalcaba Pedrerol. En el vídeo, valoraban la ausencia de excusas y, muy especialmente, los elogios de Pep al Real Madrid.

Guardiola despierta fascinación mediática. La prueba es que, durante el partido de Champions, sin contar la prórroga ni los penaltis, solo los 90 minutos, el realizador mostró 22 veces la imagen de Guardiola y 13 la de Ancelotti. En los informativos, Pep les genera inquina cuando se muestra retador, sagaz y socarrón. Pero a la mínima que el técnico se presenta manso y disciplinado y elogia al Madrid, les encanta. Se deshacen. Precisamente, porque toda esa admiración oculta, hace que su triunfo madridista les parezca aún más exquisito.