Mònica Planas

El lunes por la tarde, en el programa de actualidad ‘L’altaveu’ de La2 (emisión en Catalunya), la periodista Danae Boronat presentaba el caso de una deportista de Murcia, Ángela Cánovas, que denunció su situación a través de las redes sociales, justo en el momento en que se encontraba en un estado de pánico. Ángela estaba corriendo a las once de la mañana en la mota del río Segura, entrenando para participar en la Ruta de las Fortalezas. Un hombre la acosó con un gesto obsceno, y ella le hizo evidente su rechazo. Poco después, volvió a toparse con él. Se había escondido a la vuelta de una curva y la siguió mientras corría. Ángela explicó, entre lágrimas y con el susto en el cuerpo, que llamó inmediatamente a su hermano para sentirse más protegida.

En su vídeo, que se ha hecho viral, Ángela lamentaba los años que hace que, junto a sus amigas de entrenamiento, comparten consejos para prevenirse sobre horarios y lugares. Unas circunstancias que limitan su libertad y sus posibilidades de entrenar. La psicóloga invitada en el programa de La2, muy oportunamente, explicó las consecuencias de situaciones como esta, exhortando a no estigmatizar a las víctimas, ni juzgarlas por su conducta y, sobre todo, no reiterar mensajes que las incapaciten ni precipitarse en vaticinar o diagnosticar traumas que no tienen por qué producirse siempre. También recordó a las posibles víctimas actuar siempre según el propio sentir e intuición, sin forzar situaciones heroicas para las que no se sientan preparadas.

El caso de Ángela Cánovas no es nuevo, y son muchas las mujeres que han vivido estos tipos de acoso. Hacerlos visibles es una forma de sensibilizar sobre este problema. Aunque tampoco hay que generar alarma. En 2020, después del confinamiento más estricto, cuando las autoridades empezaron a permitir salidas para practicar deporte en solitario, se popularizaron en los informativos de televisión múltiples casos de mujeres acosadas, ofreciendo consejos donde la responsabilidad recaía siempre sobre ellas. Se hacían encuestas de calle a corredoras y se les preguntaba por su sensación de peligro, experiencias negativas y métodos de precaución elegidos. Se promocionaban aplicaciones de seguridad y estrategias de reacción por parte de expertos en defensa. En pocos días, más que estimular la concienciación social, sembraron un clima de terror sobre las deportistas. Cuando se denuncie este tipo de violencia está bien recordar que el problema son los acosadores.

QOSHE - El deber de concienciar y no de alarmar - Mònica Planas
menu_open
Columnists Actual . Favourites . Archive
We use cookies to provide some features and experiences in QOSHE

More information  .  Close
Aa Aa Aa
- A +

El deber de concienciar y no de alarmar

11 0
16.04.2024

Mònica Planas

El lunes por la tarde, en el programa de actualidad ‘L’altaveu’ de La2 (emisión en Catalunya), la periodista Danae Boronat presentaba el caso de una deportista de Murcia, Ángela Cánovas, que denunció su situación a través de las redes sociales, justo en el momento en que se encontraba en un estado de pánico. Ángela estaba corriendo a las once de la mañana en la mota del río Segura, entrenando para participar en la Ruta de las Fortalezas. Un hombre la acosó con un gesto obsceno, y ella le hizo evidente su rechazo. Poco después, volvió a toparse con él. Se había........

© Mundo Deportivo


Get it on Google Play