Mònica Planas

“Enfocan más a Swift que al partido” lamentaba en un bar un espectador a la corresponsal de TVE en Estados Unidos, Sara Rancaño. Era una exageración, pero sí es cierto que las cámaras estuvieron muy pendientes de la cantante, que asistía a la Super Bowl en calidad de pareja del jugador Travis Kelce. Hasta en 17 ocasiones la realización nos mostró a Taylor Swift en el palco. Finalizado el partido, el reencuentro entre Swift y Kelce era la imagen más buscada. El beso que consumaba la felicidad se apoderó de todos los informativos y se priorizó incluso a la crónica del partido. Los informativos generalistas se apropiaron de la noticia al margen de los deportes. En el Telediario de La1, la primera imagen de la Super Bowl era la del beso y en el vídeo nos la mostraban desde distintos ángulos. “Más que un partido” decía la locución. Y así fue. Una excelente crónica de Sara Rancaño explicó muy bien la dimensión económica que rodea la figura de Taylor Swift más allá de su carrera musical. “La cantante ha inyectado un valor de marca al equipo y a la liga de más de 300 millones de dólares” explicaba junto a otros datos sobre su trascendencia, conspiraciones políticas incluidas. Abordó la dimensión sociológica y cómo la presencia de Taylor Swift ha atraído un nuevo perfil de espectadores a la Super Bowl. En Antena3 también ponían en primer lugar el impacto mediático de Swift: “En Las Vegas, Taylor Swift ha sido la gran protagonista esta madrugada en la Super Bowl”. En Noticias Cuatro, después de comentar los anuncios que se emiten en las pausas del partido, ponían el foco en la artista: “El momento más comentado ha sido este: el beso de Tayler Swift a su novio”. El nombre de la cantante prevalece respecto al de Kelce. En Informativos Telecinco también destacaban que la persona más esperada en esta final era Taylor Swift.

Respecto al tratamiento informativo de anteriores ediciones, Taylor Swift ha devorado el protagonismo que tenía el partido. La historia de amor de fondo ha ganado al gran espectáculo. El propio Usher, la estrella del Halftime Show, se ha visto eclipsado por una artista que no ha necesitado subirse al escenario ni cantar una sola canción para acaparar toda la atención.

El contraste

La realización mostró a Taylor Swift tres veces en la previa del partido, cuatro en la primera mitad y cinco en la segunda. También en cinco ocasiones más durante la prórroga. Siempre la enseñaban cuando exhibía entusiasmo, potenciando esa idea de diversión superlativa que significa esta final. Una imagen que contrastaba con los rostros más bien indiferentes de otras celebridades que también estaban en los palcos. Swift se sabía observada y dio lo que se esperaba de ella.

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El efecto Taylor Swift

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13.02.2024

Mònica Planas

“Enfocan más a Swift que al partido” lamentaba en un bar un espectador a la corresponsal de TVE en Estados Unidos, Sara Rancaño. Era una exageración, pero sí es cierto que las cámaras estuvieron muy pendientes de la cantante, que asistía a la Super Bowl en calidad de pareja del jugador Travis Kelce. Hasta en 17 ocasiones la realización nos mostró a Taylor Swift en el palco. Finalizado el partido, el reencuentro entre Swift y Kelce era la imagen más buscada. El beso que consumaba la felicidad se apoderó de todos los informativos y se priorizó incluso a la crónica del partido. Los informativos generalistas se apropiaron de la........

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