Mònica Planas
La plataforma AppleTV+ acaba de estrenar ‘El Mundial de Messi: el ascenso de una leyenda’. Se trata de una serie documental de cuatro episodios que sigue al jugador y a su selección a lo largo del Mundial de Qatar. La Copa del Mundo era la joya de la corona que le faltaba a Messi para confirmarse como leyenda del fútbol y la producción intenta reconstruir este suspense hasta la gloria final. “Nunca me imaginé que mi carrera sería lo que fue” dice el jugador ante la cámara. ‘El Mundial de Messi: el ascenso de una leyenda’ sigue el patrón básico al que se han ceñido otros tantos clubes y selecciones en sus respectivos documentales. Orden cronológico, construcción de obstáculos para hacer más épica la narración, y flashbacks constantes para dar contexto y añadir lirismo al relato. Se recuperan partidos, pero priorizando la plasticidad futbolística: planos cortos, punto de vista muy bajo, y afición y reacciones emocionales a cámara lenta. La música trepidante añade heroicidad. La capacidad de mostrar interioridades es loable pero limitada. Mucho pasillo arriba y abajo y ciertos períodos de descanso. La serie mejora a medida que avanza. La derrota inicial contra Arabia hace que Messi toque fondo y resucite de las cenizas. El tercer y el cuarto capítulo son mucho mejores y más trepidantes. La selección de México, Van Gaal y el combinado naranja o Mbappé aparecen como grandes antagonistas que hacen más épica la victoria.
La serie se hace más cansina en los viajes al pasado. Sirven para añadir emocionalidad, pero nos relatan como si lo acabásemos de descubrir un contexto futbolístico que ya nos sabemos de memoria. En el último capítulo, las imágenes del interior del autocar de la selección argentina, la charla en el vestuario francés a cargo de Mbappé y no de Deschamps, las partidas de cartas entre Messi y sus compañeros son instantes insólitos que van alimentando el momento del clímax final. Y como colofón, la oportunidad de entrar de madrugada en la habitación de Messi pocas horas después de haber sido coronado como campeón del mundo y el regreso a Argentina en el avión de la selección.
‘El Mundial de Messi: el ascenso de una leyenda’ es una buena manera de revivir un acontecimiento futbolístico histórico, pero también es cierto que el guión insuperable de la realidad facilita la épica televisiva.
“¡Qué mirás, bobo!”
En el tercer capítulo de ‘El Mundial de Messi: el ascenso de una leyenda’ hay uno de los mejores momentos de la serie: el intríngulis que rodeó el enfado de Messi que se volvió viral. El famoso “¡Qué mirás, bobo! ¡Andá p’allá, bobo, andá p’allá!” dirigido a Wout Weghorst, después del tenso partido contra los neerlandeses. El documental recoge la semilla del conflicto, el incremento del enfado, cómo se va fraguando durante el partido, hasta la explosión final.
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