Mònica Planas

El miércoles, en ‘Fever Pitch Live’ (DAZN), Nacho González y el ex futbolista Eneko Fernández conectaron con Pep Guardiola durante quince minutos para entrevistarle. Eneko fue jugador suyo en la temporada que Guardiola entrenó el Barça B y se notaba que al técnico le gustaba la idea de reencontrarse con él. “¡Después de triunfar en MasterChef te has convertido en una celebrity!” le saludaba con un poco de guasa. “¡Empezamos a triunfar juntos en tercera y ya no nos ha parado nadie!”. Curiosamente, Eneko admitió que Guardiola tenía algo que ver con su interés por la gastronomía gracias a la buena costumbre del técnico de incentivar al equipo invitándoles a comer en buenos restaurantes si ganaban tres partidos seguidos. Guardiola se mostró relajado, con ganas de charlar. Huía de categorizar en sus respuestas. Cuando le preguntaban de qué hito estaba más orgulloso o si el triplete con el City había sido su reto más completo, siempre empezaba con un “no lo sé”. Prefería los matices, hablar del proceso y el aprendizaje antes que establecer un ranking de proezas deportivas. Quizá porque al día siguiente era su cumpleaños, quiso transmitir algunas reflexiones sobre la madurez profesional. “Aun nos gusta este invento. Tolerando las cosas un poco mejor. Esto te lo da la experiencia. Las victorias son un poco más calmadas y las derrotas no te deprimen tanto”. Las explicaciones de Guardiola sobre lo que te da la edad en el ámbito laboral fueron muy interesantes: “Trabajo mejor. Antes todo lo hacía en cantidad. Ahora en calidad. Menos horas, pero más efectivas. Antes tenía que ver siete partidos del oponente. Ahora veo momentos. Uno aprende a gestionarse”. Quizá la distancia física con los interlocutores, que le proporcionaba un espacio de mayor intimidad, o la confianza con Eneko, o el clima que crearon los dos entrevistadores, permitió ver a un Guardiola relajado y sonriente: “Uno aprende a llegar al partido bien consigo mismo. Transmites mejor las cosas que llegar estresado y de mal humor. Esto no se enseña. Esto te lo da el tiempo y vivirlo. A veces, menos es más”. Es difícil, en quince minutos de entrevista, transmitir una idea potente. Pero, sin duda, lo lograron. Pep parecía más cómodo en ese argumentario vital, ofreciendo casi un manual de autoayuda más allá del fútbol para conciliarse con el paso del tiempo.

Ya se levanta más tarde

Pep admitió que antes quería levantarse a las seis de la mañana para ver partidos y que, en cambio, ha aprendido que durmiendo un par de horas más, se levanta mejor. Tomamos nota, teniendo en cuenta que viene del autor de la frase “si nos levantamos bien pronto, bien pronto, seremos un país imparable”, que pronunció al recibir su Medalla de Honor en el Parlament de Catalunya. Entendemos que es aplicable a partir de una cierta experiencia acumulada y muchos madrugones.