Mònica Planas

Los informativos generalistas se hicieron eco ayer de la bronca que el exfutbolista Juan Carlos Unzué les pegó a los diputados ausentes en la visita al Congreso de los enfermos de ELA y sus familiares. Habían ido para insistir y reclamar sus derechos. La ley de la ELA, que se tenía que aprobar hace medio año, todavía no ha prosperado y su situación ha quedado estancada.

En La1 y en LaSexta recurrían a la locución “les ha sacado los colores” y al término “reprimenda”. En Cuatro se inclinaron por “reprochar”. “Les ha leído la cartilla” fue otra de las expresiones que se usó en algunos programas de actualidad. Pero, en cualquier caso, priorizaron el momento en que el exfutbolista preguntaba el número de diputados presentes en la sala y afeaba la conducta de ausentarse al resto: “Tienen que saber lo mucho que ha costado a muchos de mis compañeros y compañeras estar aquí. Y no solo económicamente sino de esfuerzo físico. Espero que como mínimo nos estén viendo por esa cámara y, si no nos están viendo, que esto quede grabado y nos escuchen”. Solo en ‘Al rojo vivo’ destacaron los partidos de los cinco diputados presentes: PSOE, PP, Sumar, Junts y VOX.

Algunos informativos parecían estar más asombrados por la bronca que interesados en la ley ELA. El único informativo que ofreció un planteamiento distinto en la noticia fue el de Telecinco. De la bronca de Unzué a los diputados no dijeron ni mu, pero, en cambio, explicaron con mayor generosidad y dedicación sus demandas y los detalles de la ley del ELA, también dando voz a algunos de los enfermos.

Pero no es habitual que un ciudadano tenga la oportunidad de regañar a sus representantes políticos. Y el discurso que recordaba las dificultades para llegar hasta el Congreso implicaba un bochorno complementario a los ausentes. Que el exfutbolista se dirigiese a la cámara que grababa la sesión para interpelar a los que habían hecho novillos incrementó la incomodidad de la amonestación.

Una comparecencia más convencional y protocolaria difícilmente habría tenido tanta intensidad e impacto. Unzué ha conmovido a la ciudadanía y ha avergonzado a la clase política poniéndoles en evidencia. No hay mal que por bien no venga. Solo había cinco diputados, pero las palabras de Unzué han llegado más lejos, con mayor contundencia y mucho más fuerte.

Presión añadida

La bronca de Juan Carlos Unzué pone en evidencia otro aspecto: la apatía política cuando se sale de las disputas habituales entre partidos. Más allá de la popularidad del protagonista, la imagen de un enfermo de ELA y demás pacientes regañando a los políticos por ausentarse transmite muy mala imagen pública. La escena viral de la reprimenda añade presión a los políticos para solucionar esta ley con mayor celeridad si no quieren hacer más el ridículo.