Santi Nolla

AHaaland le dio por marcar cinco goles al Luton en una hora de juego asociándose con Kevin de Bruyne en los cuatro primeros. Mientras, en el Palacio del Elíseo, Macron cenaba con el emir de Qatar y el jugador estrella del PSG, Kylian Mbappé, que llegó a un acuerdo con el Real Madrid. Pero la noche tenía más sorpresas: el Mallorca se imponía en los penaltis a la Real Sociedad para alcanzar la final de la Copa del Rey. Demasiadas emociones muy concentradas. ¡Vaya noche!

No es la primera vez que Macron se reúne con Mbappé. Lo hizo hace dos años para convencerlo de que se quedara en París y no fichara por el Madrid. Kylian fue obediente con el presidente de la República y no fue al club blanco. Ahora parece imposible un cambio de opinión. Oficialmente la presencia de Mbappé es por el tema de los Juegos Olímpicos, que se disputarán este verano en París. Y la reunión entre Macron y el emir de Qatar se encuadra en el papel de mediador del país árabe en la guerra Israel-Palestina. Cuesta pensar, por otro lado, que Mbappé no fuera presionado en el Palacio del Elíseo. Los negocios entre Qatar y Francia son numerosos y la actitud de Macron en esa Francia patriótica y patriarcal con sus hijos estelares como Kylian es repetitiva. París afronta una cita olímpica tan apasionante como compleja, mientras Qatar media en el conflicto palestino-israelí y su club franquicia, el PSG, pierde para la próxima temporada a su mejor símbolo.

La alegría del Mallorca duró primero 20 minutos tras el gol de Gio González para avanzar al equipo de Aguirre y hacer saltar la gran sorpresa en la salvaje vuelta de ‘semis’ de la Copa. Oyarzábal empató en el 70’ dejando abierto el pase antes de una prórroga tan trepidante como la tanda. Y no falló ahí el Mallorca, de vuelta a la final 21 años después.

Ajeno al estado del club estado y, por supuesto, a las ‘semis’ de Copa en San Sebastián, Haaland quiso volver a dejar constancia de que su presencia no es menor en un City que desde que llegó el noruego conquistó su primera Champions y logró su primer gran triplete en la historia. La ‘bestia’ tiene esas cosas y cuando De Bruyne lo alimenta es capaz de anotar cinco goles en una sola hora de fútbol.